Hasta la Comisión Investigadora por contaminación en Antofagasta concurrió la actual jefa de Gabinete de la Presidenta Michelle Bachelet y ex directora ejecutiva de la Comisión Nacional del Medio Ambiente (Conama), Ana Lya Uriarte, quien explicó el proceso de evaluación de impacto ambiental originado en el proyecto de sistema de acopio de concentrados del puerto de Antofagasta.
Comenzando la reunión, Uriarte explicó que el objetivo de dicho proyecto consistió en la construcción y operación de obras e infraestructura destinadas a la recepción y acopio (almacenamiento) de concentrados de minerales de cobre, atendiendo a su mineral de origen (bornita o calporita) que ingresarían al puerto.
Aclaró que en su calidad de directora de Conama, en el año 2006 revirtió una decisión tomada por la Comisión Regional de Medio Ambiente, Corema, que inicialmente rechazó el proyecto, en términos de autorizar la construcción del galpón, lo que, según explicó Uriarte, se enmarcó estrictamente dentro de los términos legales y administrativos que en ese momento la declaración de impacto ambiental exigía.
Aseguró que las razones que invocó la Corema para no autorizar la construcción de este galpón excedían lo que la propia declaración de impacto ambiental como términos de referencia le exigía a esta empresa, por lo tanto lo que hizo la Comisión Nacional de Medio Ambiente Conama, según explicó Uriarte, no fue nada más ni nada menos que ajustarse a lo legal y a lo que la institucionalidad y la normativa vigente exigían para una declaración de impacto ambiental.
Reacciones
Al respecto, la presidenta de la Comisión, diputada Paulina Núñez (RN) expresó que lo que mencionó la ex directora de Conama al decir que revocó la decisión regional, porque en ese minuto el Intendente había actuado fuera de la normativa, no les parece, porque «hoy día esa decisión se tradujo en un galpón que se encuentra con varias fiscalizaciones, multas y que ha perjudicado a la ciudadanía«.
“Ella ha señalado que lo importante dentro de un Estado de derecho con recursos pendientes era que si había algo que enmendar, había que acoger ese recurso y por lo tanto aprobar ese galpón y que era mejor tener este concentrado de cobre o graneles acopiados en un galpón y no a la vista y presencia de todos. Concordamos en eso, comparto su apreciación, pero lo que la ciudadanía quiere es que de una vez por todas salgan estos galpones y hace bastante tiempo que estamos pidiendo lo mismo”, aseguró.
La parlamentaria manifestó que Uriarte se fue con varios recados que “respetuosamente espero que transmita y que este gobierno pueda de una vez por todas reevaluar el puerto de Antofagasta y avanzar en que no queremos más camiones encarpados que transporten estas cargas peligrosas, ni menos galpones que por muy herméticos que sean están instalados en la ciudad a orillas del puerto, frente a clínicas, jardines infantiles y donde la población se ve afectada”, concluyó.
En el mismo contexto, el diputado Juan Luis Castro (PS) insistió en que hay un punto negro que no se ha podido despejar, que es la actuación del ex Intendente de Antofagasta, Jorge Molina. “Él intervino para rechazar el proyecto y nunca dio una explicación que lograra satisfacer a la comunidad, para saber cuáles son los intereses que podían existir con esa negativa que después tuvo que ser derogada por la propia Corema de Antofagasta y que, al final, redundó en un bochorno innecesario, porque él actuó con un grado de arbitrariedad al tomar factores que no eran parte del informe”.
Añadió que hasta el día de hoy “este episodio que aquí fue revivido, a mi juicio innecesariamente, afectó a Ana Lya Uriarte, que aquí ha expresado con mediana claridad que no tuvo nada que ver, ni hubo intervención alguna de ella, sino solo respetar la institucionalidad vigente. El ex intendente ha sido citado tres veces y nunca ha querido venir, pese a pertenecer a un partido de la Nueva Mayoría”, remató.
Finalmente, la diputada Marcela Hernando (PRSD) sostuvo que la presentación de la actual jefa de Gabinete fue muy clarificadora respecto del espíritu de la ley y también de cuáles son las deficiencias y las razones por las cuales se toman algunas decisiones que, aseguró, “a veces uno no entiende mucho”.
“Esto ha sido un reforzador de algo que venimos concluyendo hace bastante rato y es que la Ley de Bases del Medio Ambiente no es madura, porque todos los días descubrimos alguna falencia, por lo tanto yo espero que a raíz de los resultados que tenga esta Comisión emanen muchas transformaciones a la Ley de Bases del Medio Ambiente, que le den más institucionalidad y libertad a los niveles locales para exigir, fiscalizar y poder de esa manera estar asegurando realmente la salud de las personas”, concluyó.
