Entendiendo la sustentabilidad como un esfuerzo compartido

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Por Matías Cladera, Business Unit Director de Subway para América Latina.


De un tiempo a esta parte, la conversación en prácticamente todas las industrias productivas ha tenido un giro radical hacia una pregunta de envergadura mundial: ¿cómo agregamos valor a nuestros servicios y productos? Y aún más importante, ¿cómo nos comprometemos a ser empresas que aseguren no solo la calidad de sus productos, sino también la de sus procesos productivos?

Hoy, más que nunca, ser sustentables es un requisito más que una alternativa. Tanto a nivel individual como colectivo, las normas del juego han cambiado y estamos viviendo un momento en donde estamos obligados a revisar nuestras acciones y generar nuevas conductas que estén en línea con ser conscientes del cuidado del medio ambiente. Para las empresas, esto ha significado reevaluar y modificar procesos productivos para que cumplan con un estándar superior en temas de sostenibilidad y valor compartido.

En la industria de la alimentación, este proceso tiene mucho que ver con cómo integramos a todos los involucrados dentro de nuestra cadena operativa y productiva en torno a una mentalidad más sustentable, desde nuestros proveedores hasta nuestros clientes. Avanzar de forma exitosa por este camino requiere de un compromiso que, si bien parte desde dentro de la operación, depende de las voluntades de todos los involucrados para entregar resultados óptimos. El más reciente de estos cambios es la eliminación de las bombillas en todas nuestras operaciones dentro del país, enmarcado dentro de la campaña #ChaoBombillas impulsada por el Gobierno de Chile, lo que ha puesto de manifiesto el compromiso de nuestros clientes con la causa, ya que gracias a ellos hemos logrado reducir drásticamente el consumo de plásticos de un solo en todos los locales de Subway a lo largo del país, contribuyendo así desde nuestro negocio a la conservación de los ecosistemas marinos y la polución de los mares.

Uno de los mayores aprendizajes que hemos tenido en este tiempo es que para que la sustentabilidad se convierta en una ventaja, se debe integrar a la estrategia de la compañía. Entender que las prácticas sustentables no pueden ser solo declaraciones de buenos principios, sino que una forma de hacer las cosas, de relacionarse con el entorno, de pensar y actuar que refleje el compromiso adquirido en cada una de nuestras acciones, con una mentalidad enfocada en la optimización, eficiencia y responsabilidad hacia la protección del medio ambiente y la mejora de la calidad de vida en las comunidades donde operamos.

Es esta exitosa experiencia la que nos ha animado a seguir avanzando con un plan más agresivo de defensa hacia nuestro ecosistema. Saber que contamos con el apoyo de nuestros clientes nos impulsa a buscar nuevas y mejores formas de avanzar hacia ser una empresa más consciente y sostenible para con nuestro planeta, y estamos convencidos que es ese mismo espíritu de cambio el que nos ha entregado una ventaja competitiva dentro de la industria: hemos reducido el desperdicio alimentario, tenemos una red de proveedores comprometidos con buenas prácticas y clientes que nos acompañan día a día cambiando hábitos y conductas, lo que nos permite seguir proponiendo cambios al contar con la confianza de todas las partes involucradas.

Queremos seguir haciendo cosas, queremos continuar en un proceso de mejora constante, queremos ser autocríticos e innovadores, queremos ser parte del cambio. Tenemos clarísimo que, como empresa, podemos proponer, pero los que finalmente lo hacen posible son nuestros consumidores, proveedores y colaboradores, ya que ser más sustentables es un esfuerzo compartido, donde el aporte de cada uno de nosotros propicia y genera el cambio, logrando que todas las pequeñas acciones se sumen a una cadena virtuosa a la que todos estamos invitados a participar.

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