La multinacional italiana Enel anunció el cese de sus operaciones con carbón en Chile al confirmar el cierre anticipado de sus centrales Bocamina I y Bocamina II, ambas ubicadas en la comuna de Coronel, región del Biobío.
La empresa planea desconectar Bocamina I a más tardar el 31 de diciembre de este año, mientras que la segunda unidad de Bocamina finalizaría sus funciones antes del 31 de mayo de 2022. Esta última unidad fue inaugurada en 2012, por lo que completará recién diez años operativa, un tiempo muy por debajo de la vida útil para la cual fue construida.
Esta noticia toma especial importancia por su significado en el plan para descarbonizar la matriz energética chilena, el que en un principio contempló dos etapas para la salida de las unidadesa carbón: la primera, con el retiro de ocho centrales -las más antiguas- a 2025 y el resto a 2040.
Enel informó que para concretar esta medida solicitará formalmente al secretario ejecutivo de la Comisión Nacional de Energía (CNE), José Venegas, que se autorice el retiro final, desconexión y cese de operación de ambas unidades.
Sobre esta determinación, el gerente general de Enel Chile, Paolo Pallotti, señaló que “ como empresa, hemos llevado adelante un proceso para acelerar una transición energética justa hacia una matriz más eficiente, económica y limpia, capaz de sostener el desarrollo del país y, a la vez, reducir su impacto sobre su entorno y el clima. Este es un hito clave que marca la salida de Enel Chile de la generación a carbón en Chile”. También agregó que “un cambio de contexto y la evolución tecnológica de las renovables, que hace más eficientes los proyectos, nos permite anticipar el compromiso adquirido con el país cuando suscribimos el Plan Nacional de Descarbonización”.
De aprobarse la solicitud de desconexión, Enel Chile registrará una pérdida en su inversión relacionada a la central Bocamina II por un monto cercano a US$586 mmillones, lo que se verá reflejado en el resultado neto de 2020 la compañía italiana.
