Educación ambiental, la primera arma contra el cambio climático

Diversos autores, como Young y Benayas, han demostrado que existe una correlación positiva entre conocimiento y actitud. De este modo, la promoción de una actitud positiva hacia el ambiente es el primer paso para contribuir, por ejemplo, en la lucha contra el cambio climático, la amenaza más grande de nuestra era.

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Si bien Chile es uno de los países que menos contribuye a la emisión global de gases de efecto invernadero (0,26%), por habitante, nuestro aporte es el segundo más altos de Latinoamérica y ha crecido 40% en 20 años, según el Inventario Nacional de Gases de Efecto Invernadero 1990-2010, preparado por la Oficina de Cambio Climático del Ministerio del Medio Ambiente.

O sea, para un país tan pequeño y no industrializado, ese 0,26% es un perjuicio para el planeta. Deberíamos generar menos.

¿Por qué se da este fenómeno? Principalmente, por nuestro modelo económico, que en términos generales, se basa netamente en la explotación y explotación de recursos naturales como si estos fueran infinitos. Y que desde una mirada más particular, y a aquí cito a Gigliotti, el neoliberalismo es un sistema que propicia el consumismo e individualismo, formando una generación de personas que no se interesan en realizar sacrificios personales en pos de un mejor medio ambiente.

Una cifra. Solo el 10% de la población nacional declara reciclar, con lo cual ocupamos el penúltimo lugar de los países OCDE en esta materia.

Ese es el problema. ¿Cuál es la solución?: la educación ambiental. Diversos autores, como Young y Benayas, han demostrado que existe una correlación positiva entre conocimiento y actitud. De este modo, la promoción de una actitud positiva hacia el ambiente es el primer paso para contribuir, por ejemplo, en la lucha contra el cambio climático, la amenaza más grande de nuestra era.

El conocimiento en esta materia también relevante con el fin de que la población, especialmente las nuevas generaciones, cuenten con los argumentos necesarios para saber qué es el desarrollo sustentable y quiénes son los políticos que lo promueven, y quiénes no.

En el caso de Estados Unidos. Al Gore, sí, y Donald Trump, no.

Está el problema. Está solución. ¿Quiénes los actores que deben propiciar esta educación ambiental?

Bueno, a mi juicio, esta mesa la deberían sostener cuatro patas: El Gobierno, las universidades, las ONG’s y los medios de comunicación.

Históricamente estas entidades han trabajado de forma paralela, pasando a convertirse en verdaderas islas conceptuales que rara vez se tocan.

Las ONG’s en este país, como Fundación Terram o la Codeff, llevan décadas de ventaja a las otras entidades conforme a la educación y resistencia ambiental. Debemos escucharlas y aprender de ellas.

En cuanto a las universidades, todavía son minoría las que tienen una política ambiental clara y consistente en el tiempo. Entre estas podemos nombrar a la Católica, Austral, UTEM y Andrés Bello, quienes cuentan con centros de sustentabilidad, en los que se investiga y se promueven proyectos pro medio ambiente. Ojalá que con la iniciativa de la Red Campus Sustentable se sumen más instituciones a esta línea.

El gobierno, pese a sus avances en la institucionalidad desde comienzos de la década, con la creación del Ministerio del Medio Ambiente, superintendencia y tribunales de la materia, aún mantiene una deuda conforme a la educación ambiental, ya que hasta el momento no la ha hecho parte de las mallas curriculares y programas de estudio. Tarde o no esperemos que se materialice el anuncio de la Presidenta Bachelet en cuanto a la incorporación de una asignatura sobre cambio climático tanto en la educación básica como media.

Y, finalmente, los medios de comunicación. Para esto voy a citar al español Francisco Javier Perales, quien indica que los medios suelen presentar los problemas ambientales como “sucesos” sin antecedentes y consecuencias claras, lo que lleva al sensacionalismo. También critica la superficialidad y el carácter catastrofista de la información y por último la sensiblería que esconde la verdadera naturaleza de los problemas.

Sobre esta afirmación podemos encontrar distintos ejemplos en Chile, como los incendios forestales, los aluviones del norte, la erupción del volcán Calbuco, entre otros, donde la prensa, en general, ha prestado ojo a estos fenómenos solo cuando se hace evidente una ayuda humanitaria, restándole valor y no profundizando, con el paso de los días, sobre las consecuencias ambientales de largo plazo que tendrán esos sucesos.

La aparición de medios especializados como Codexverde.cl es relevante para que la ciudadanía pueda realizar un seguimiento de las catástrofes mencionadas y, también, para que se interiorice en las políticas públicas de medio ambiente y en el actuar del sector privado con su entorno.

Luego de tres años desde nuestra fundación, el pasado 02 de octubre celebramos el Día Nacional del Medio Ambiente en la Universidad de Las Américas, el cual es el primer evento que organizamos como medio, con el fin de establecer un nexo de nuestro trabajo en la web con el mundo real. En esta ocasión, quisimos reunir a las cuatro patas de esa mesa, llamada educación ambiental, para que nos escuchemos, conversemos y ojalá comenzar cimentar un camino de trabajo en conjunto, ya que solo así podremos cambiar perspectivas y apuntar hacia un desarrollo sustentable de verdad.

A través de esta publicación quiero agradecer la enorme disposición y energía, reflejada en cada una de sus exposiciones, de Flavia Liberona, directora de Fundación Terram, Juan Ladrón de Guevara, director ejecutivo de la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático, y Oscar Mercado, presidente de la Red de Campus Sustentable.

También quiero destacar el apoyo recibido por parte de la universidad, especialmente de Carmen Gloria González, directora de la Escuela de Biotecnología y Medioambiente; Jessik Fuentes, directora Académica del Campus La Florida; y Romina Uribe, coordinadora de la Dirección de Vinculación con el Medio de aquella institución.

Como director de CodeXverde, espero que este sea el primero de muchos seminarios que organicemos. Es sumamente necesario seguir hablando de medio ambiente con los profesionales del futuro

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