El fenómeno denominado “Desierto Florido” ocurre principalmente en la Región de Atacama.

Lugar en el que bajo ciertas condiciones de lluvia y temperatura se desarrolla un maravilloso ecosistema muy diverso con la germinación de más de 200 especies de plantas de vida corta y geófitas. Con el desarrollo de estas especies se proporciona una fuerte base para sustentar una rica fauna asociada, razón por la que es considerado como un sitio prioritario de conservación.
La superficie en que se desarrolla puede variar, pero en la actualidad el área protegida es el “Parque Nacional Desierto Florido” en Atacama. Las condiciones para que se genere este ecosistema son lluvias mayores a 15 milímetros, olas de frío necesarias para activar estas semillas y una ausencia de eventos extremos, que puedan dañar el proceso de germinación.
Este ecosistema se desarrolla en tiempo limitado. La Corporación Forestal Nacional (Conaf) menciona que este año se desarrollará en primavera, hasta la primera quincena de noviembre, logrando su mayor desarrollo en octubre.
El fenómeno presenta una belleza de amplios campos llenos de diversas flores y fauna, las cuales se encuentran en categoría de conservación amenazada. Entre ellas están especies endémicas como la graminea Eragrostis pycnantha y arbusto Pintoa chilensis, ambas calificadas “en peligro”; mientras que la cactacea Pyrrhocactus confinis es clasificada como “vulnerable”. Entre los animales más representativos está la Lama guanicoe (guanaco) en categoría “vulnerable”.
El Ministerio del Medio Ambiente menciona que la fauna registrada en el área cuenta con cerca de 40 especies de aves, 17 especies de mamíferos y 8 especies de reptiles.
Si bien es hermoso disfrutar del gran ecosistema que se presenta en esta región, no debemos olvidar su fragilidad. Para que nuestras futuras generaciones puedan observarlo en toda su dimensión es fundamental respetar y proteger nuestro legado de la naturaleza.