Adiós, bolsa plástica

En esta columna quiero abordar cómo podemos avanzar en la desarticulación del uso de bolsas plásticas de un solo uso de nuestras vidas. Para eso, voy a ir abordando los tipos de bolsas y los distintos usos, para ver cómo las podemos ir reemplazando.

Desde que se inventó el plástico a principios del siglo XX, se transformó en parte cotidiana de nuestras vidas. El plástico es un derivado del petróleo, y tiene muchas ventajas con respecto a otros materiales: Es barato, fácil de fabricar, liviano, versátil, impermeable y virtualmente indestructible. Y es en esta última virtud, donde radica también el mayor problema. El plástico se ha transformado en un problema ambiental de carácter global.

Se estima que cada minuto se usan dos millones de bolsas plásticas de un solo uso en el mundo. En esta columna quiero abordar cómo podemos avanzar en la desarticulación del uso de bolsas plásticas de un solo uso de nuestras vidas. Para eso, voy a ir abordando los tipos de bolsas y los distintos usos, para ver cómo las podemos ir reemplazando.

Frutas, hortalizas y pan: En los supermercados y en las panaderías continúan entregando bolsas plásticas de un solo uso para pesar la fruta, las hortalizas y el pan. Podemos llevar nuestras bolsas de género o mallas reutilizables para reemplazar el consumo de esas bolsas. Si pedimos despacho de verduras a domicilio, podemos pedir que nos entreguen todo suelto en una caja que el distribuidor puede reutilizar.

Cereales, azúcar, frutos secos, hierbas y legumbres: En los supermercados y en las ferias, los cereales, frutos secos y legumbres se comercializan envasados en bolsas plásticas de un solo uso. Podemos buscar mercados y tiendas que vendan a granel, detalladas aquí a lo largo de Chile. Podemos usar bolsas de género para comprar y en casa almacenar en frascos reutilizables.

Bultos: El cómodo carro de compras, el clásico canasto de fibra vegetal, las bolsas de plástico reutilizables o una mochila, pueden reemplazar las antiguas bolsas plásticas desechables de supermercado para transportar grandes volúmenes de cosas.

Quesos y fiambres: Llevar el contenedor, o solicitar que solo lo envuelvan en papel, para en casa almacenarlo en un contenedor.

Pescados, mariscos y carnes: Dependiendo del volumen que queramos comprar, podemos ir con nuestro contenedor o cooler a la feria o al mercado para llevar nuestra compra a casa.

Cocinar en casa permite que reduzcamos el volumen de plásticos de un solo uso que llegan a nuestras manos envolviendo alimentos preparados, como las galletas dulces y saladas, snacks, aderezos y pastas. Ajustar nuestros hábitos permite avances que se suman a los de muchas personas, que cada día, buscamos formas de rechazar el uso de bolsas plásticas de un solo uso.

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Ingrese su nombre aquí