Expertas destacan la necesidad de vincular formación, industria y regulación para fortalecer la gestión sostenible de residuos en Chile

Con el objetivo de promover el diálogo entre los distintos actores que hoy impulsan la gestión sustentable de residuos, Codexverde e INACAP Centro realizaron el seminario online “Radiografía a la valorización y tratamiento de residuos en Chile”, instancia que convocó a profesionales del ámbito público, privado y académico para discutir avances, brechas y oportunidades del sector.

Con el objetivo de promover el diálogo entre los distintos actores que hoy impulsan la gestión sustentable de residuos, Codexverde e INACAP Centro realizaron el seminario online “Radiografía a la valorización y tratamiento de residuos en Chile”, instancia que convocó a profesionales del ámbito público, privado y académico para discutir avances, brechas y oportunidades del sector.

Pablo Sanhueza, director de carreras en INACAP Santiago Centro, destacó la importancia del seminario como un espacio de reflexión sobre la gestión circular y la valorización de residuos en el país, agradeciendo la participación de autoridades, estudiantes y asistentes interesados en la sustentabilidad.

Asimismo, Waldo Lobos, director de Codexverde, subrayó lo relevante de de generar espacios colaborativos en un momento decisivo para la implementación de políticas y normas ligadas a la economía circular.

“El objetivo es abrir un espacio de diálogo y colaboración entre distintos actores que impulsan la sostenibilidad de los residuos en su área, desde el mundo público al privado y la academia. Queremos visibilizar experiencias reales, proyectos y nuevas perspectivas que nos ayuden a comprender hacia dónde avanzar para lograr una gestión más sustentable y responsable”, señaló. 

Industria del reciclaje en Chile: pasado, presente y futuro

La primera exposición estuvo a cargo de Antonia Biggs, gerenta general de la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), geógrafa y una de las profesionales que participó en el desarrollo inicial de la Ley de Responsabilidad Extendida del Productor (Ley REP).

Biggs presentó una completa mirada del sector, resaltando el rol histórico de la industria del reciclaje en el país y la necesidad de reconocer a los materiales como recursos valiosos. “Trato de no hablar de residuos; para nosotros son un recurso. ANIR nació en 2013 para mostrar la realidad de este rubro y mostrar a todo el mundo que existe esta industria”.

La gerenta de ANIR explicó que la asociación reúne hoy a más de 60 empresas que gestionan materiales como aceites, residuos orgánicos, papel, plástico, cartón, aluminio, neumáticos y aparatos eléctricos y electrónicos. Su labor, enfatizó, es fundamental para aumentar las tasas de reciclaje, asegurar la formalidad y aportar datos transparentes al ecosistema.

Durante su presentación, destacó ejemplos cotidianos que muestran cómo los materiales reciclados ya forman parte del entorno construido del país: acero verde utilizado en el aeropuerto de Santiago, en autopistas y en el nuevo estadio de Universidad Católica; neumáticos convertidos en superficies de seguridad para juegos infantiles; y compost elaborado a partir de residuos orgánicos provenientes de hoteles, casinos y restaurantes.

El valor de los APL

La segunda presentación estuvo a cargo de Nora Fredericksen, coordinadora de Acuerdos de Producción Sustentable (APL) en la Agencia de Sustentabilidad y Cambio Climático. La profesional explicó el rol de los APL como instrumentos voluntarios que permiten a las empresas elevar sus estándares ambientales más allá de la normativa vigente.

“Los acuerdos son, de partida, un instrumento voluntario, de manera que complementa aquellos instrumentos que son normativos y que son obligatorios, Y a través de los APL nosotros invitamos a las empresas a desafiarse aún más respecto de lo que exige la normativa en distintas materias relacionadas con la sustentabilidad y el cambio climático”, sostuvo.

Fredericksen presentó los avances del nuevo Estándar de Gestión Circular de Residuos, desarrollado entre 2024 y 2025 en conjunto con organismos públicos y el sector privado. El estándar surge tras la experiencia de acuerdos anteriores, como el de cero residuos de eliminación, y busca establecer un marco progresivo compuesto por cuatro niveles que consideran reducción, valorización y trazabilidad de residuos.

Durante su exposición, detalló que el diagnóstico inicial analizó 62 instalaciones de 24 empresas, identificando brechas relevantes en gestión y oportunidades para reducir la disposición final. También destacó la incorporación de enfoque de género, con mayor participación femenina respecto de promedios nacionales, aunque aún limitada en roles de decisión.

La firma del nuevo acuerdo está proyectada para el 25 de noviembre, tras lo cual se abrirá el proceso de adhesión para empresas interesadas en certificarse bajo este estándar.

La valorización de residuos peligrosos: desafíos y avances

La siguiente exposición del seminario estuvo a cargo de Carolina Escandón, jefa de Economía Circular de Hidronor, quien presentó casos concretos de valorización de residuos industriales y peligrosos, un ámbito donde aún existen brechas relevantes, especialmente por la falta de valorizadores en regiones.

Escandón contextualizó su presentación recordando que la Hoja de Ruta de Economía Circular plantea metas ambiciosas: “Alcanzar una tasa general de reciclaje del 40% al 2030 y de un 75% al 2040”, señaló, enfatizando que el sector industrial debe acelerar la innovación y la trazabilidad para cumplir esos objetivos.

Durante su exposición, destacó que Hidronor ya está valorizando más de 67 mil toneladas anuales de residuos industriales y peligrosos, mediante procesos como reutilización de envases, reciclaje de aerosoles y producción de combustibles alternativos. “Queremos y estamos siempre en un proceso continuo para poder aumentar las tasas de valorización, y lo estamos haciendo aumentando la reutilización, reciclaje de envases y con la producción de combustibles alternativos”, afirmó.

Escandón también subrayó la importancia de mejorar la segregación y la educación ambiental dentro de las empresas. “Si mejoramos la segregación y la gestión de los residuos desde el origen, mayores serán las tasas de valorización”, sostuvo.

Entre los desafíos, mencionó el alto costo logístico para valorizar residuos fuera de la zona central y la baja prioridad que algunas empresas aún dan a la valorización frente a opciones más económicas. Sin embargo, destacó oportunidades relevantes: fortalecer la cultura interna en sostenibilidad y expandir instrumentos como la Ley REP hacia nuevos productos prioritarios.

Transformando residuos en oportunidades

La última exposición estuvo a cargo de Raquel Godoy, licenciada en gestión ambiental, química analista y máster en administración de la energía y fuentes renovables, quien además cumple el rol de mentora en sostenibilidad en INACAP Concepción Talcahuano.

Godoy centró su presentación en el rol estratégico de la academia en la transición hacia la economía circular, destacando cómo la educación puede convertirse en un motor de cambio para la gestión de residuos. Explicó que la formación de estudiantes y docentes permite generar competencias en normativa, sostenibilidad e innovación, transformando la gestión de residuos industriales y domiciliarios en oportunidades concretas de valorización y reutilización.

Durante su exposición, presentó casos prácticos de proyectos desarrollados por alumnos y docentes, como startups que reutilizan textiles y biopolímeros para fabricar módulos constructivos con bajo impacto ambiental, plataformas digitales para optimizar la trazabilidad de residuos y diplomados de gestión de residuos dirigidos a docentes. Todo ello demuestra que la educación aplicada puede cerrar el ciclo entre la academia y la industria, potenciando la innovación y el cumplimiento de la normativa ambiental.

La académica concluyó que, aunque existen leyes y regulaciones, la clave para avanzar hacia la economía circular está en la educación: “El residuo no es el problema, es la falta de conocimiento. Es decir, educar es transformar estos residuos en oportunidades”.

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