43 mil millones de euros al año son los costos en salud por centrales termoeléctricas en Europa

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Los costos para la salud por las termoeléctricas suponen una carga financiera para la población europea de hasta 42,800 millones de euros al año. Dato que se publica hoy en un nuevo informe de la organización HEAL.

 

El informe, titulado “La factura no pagada de salud: cómo las centrales eléctricas de carbón nos enferman”, ofrece por primera vez un cálculo económico de los efectos de la energía de carbón sobre enfermedades crónicas del pulmón y algunas afecciones cardíacas.

 

Polonia es el país con los mayores impactos en salud y en costes para la población derivados por la quema de carbón, con más de 8.000 millones de euros por año. Rumanía y Alemania ocupan casi a la par el segundo lugar en el ranking de países más afectados, con unos costes asociados de más de 6.000 millones de euros al año cada uno.

 

“Nuestro informe ofrece evidencia científica de los efectos que tiene el carbón y aporta información de vital importancia desde la perspectiva de la salud de la población a la hora de diseñar políticas energéticas”, dice Genon Jensen, Directora Ejecutiva de HEAL, organización europea que aúna más de 70 grupos y redes en 26 países europeos.

 

“Los resultados son particularmente preocupantes ahora que el uso del carbón está en auge después de años de declive. Los sorprendentemente altos costos para la salud humana deben desencadenar un replanteamiento importante sobre política energética de la UE”, añade Jensen.

 

Doble problema

 

El informe cita expertos en salud pública que expresan su preocupación por la contribución al cambio climático de las emisiones de carbono asociadas con el uso del carbón y además agregan futuros problemas de salud pública, además de las graves consecuencias que estamos viendo hoy que tiene la combustión de carbón.

 

La publicación de este informe marca el inicio de una campaña de salud y carbón en la que HEAL trabajará en estrecha colaboración con médicos, profesionales de la salud y grupos que trabajan en el cambio climático, especialmente en los países donde el carbón supone un riesgo particularmente alto para la salud.

En los próximos meses, el Comité Permanente de Médicos Europeos (CPME), con 27 miembros representando a los médicos de los países de la UE, trabajarán para concienciar sobre los riesgos de la quema de carbón, como parte de su labor para promocionar la importancia de un aire más limpio. Este año 2013, en que la UE celebra el Año del Aire, supone una gran oportunidad para mejorar la salud pública, a la vez que la Comisión Europea afronta la revisión de la legislación europea sobre el aire para presentar sus propuestas a lo largo del año.

“Los médicos europeos saben que la contaminación del aire es un factor de riesgo importante para la salud y CPME ha tenido desde siempre un interés en este tema. Los profesionales de la salud tienen el compromiso de ofrecer al público información basada en la evidencia, así como a los responsables de la toma de decisiones, y de usar su voz para lograr cambios en la política”, dijo Birgit Beger, Secretaria General del Comité Permanente de Médicos Europeos (CPME).

 

Reducir los efectos del cambio climático

 

Además de los beneficios que tiene para la salud un aire más limpio, el informe también destaca cómo una regulación más estricta del carbón ayudaría a mitigar el cambio climático. El carbón es la fuente de energía que más dióxido de carbono emite en Europa, responsable de aproximadamente el 20% de las emisiones de carbono. Controlar el calentamiento del aire a largo plazo y reducir las olas de calor es particularmente importante para los grupos de  población más vulnerables, tales como niños pequeños, personas mayores y pacientes con problemas respiratorios o cardiacos.

El europarlamentario y médico Peter Liese reconoce que el carbón supone una amenaza para la salud pública tanto a corto como a largo plazo debido a su contribución al cambio climático: “La UE se ha comprometido a proteger la salud pública de la contaminación del aire, así como del impacto del cambio climático. Como el uso de carbón en Europa está aumentando actualmente, hay una importante amenaza para la salud de la gente tanto a corto como a largo plazo.”

 

Abandonar el carbón, doble ventaja

 

El informe de HEAL recomienda no construir nuevas centrales de carbón y que Europa abandone la quema del carbón para el año 2040 con el objetivo de mejorar la salud pública.

“Si se acepta, este enfoque permitiría evitar innecesarios problemas respiratorios y de corazón asociados con la exposición a contaminantes del carbón en el aire. Esto ofrecería a largo plazo beneficios para la salud y mitigaría el cambio climático. Al adoptar alternativas alcarbón se solucionaría también la injusticia por la que los europeos están soportando la carga del impago de una factura en salud a causa del carbón”, dice Jensen.

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