Para la Región de Antofagasta, donde en verano los niveles de radiación ultravioleta pueden alcanzar niveles muy altos, los solmáforos, que alertan a la población de los riesgos de exponerse directamente al sol, son una necesidad. Así se entendió ya en 2004, cuando se instaló en la capital regional el primero de estos aparatos, que suministran información del índice ultravioleta según una carta de colores establecida por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Los colores son: verde (bajo), amarillo (medio), naranja (alto), rojo (peligroso) y violeta (extremo).
En 2010, a un costo de 225 millones de pesos, la Municipalidad instaló una red de 15 solmáforos en las playas de Antofagasta, los que llevan un año sin funcionar. Según Dante Novoa, director de la Secretaría Comunal de Planificación del municipio antofagastino, el contrato con la empresa encargada de su mantención finalizó el año pasado, debido a que los solmáforos constantemente eran destrozados por desconocidos.
Hoy se evalúa una nueva tecnología para proteger las tarjetas digitales que permitían el funcionamiento de los solmáforos y así reanudar su servicio, según esperan las autoridades municipales, el próximo verano.
Fuente: www.elnortero.cl
