Apps ambientales “Made in Chile”

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Para fines de 2014, según la consultora estadounidense Analysys Mason, el número de smartphones en el mundo alcanzaría la sorprendente cifra de 170 millones de unidades. Desde la mirada ambiental, ésta es una mala noticia, ya que las baterías de estos aparatos móviles se componen de elementos que pueden llegar a ser tóxicos, como cadmio, litio y níquel-metal hidruro. De hecho, una sola batería podría contaminar hasta 600 mil litros de agua. A su vez, suelen incluir otros metales tóxicos (arsénico, antimonio, berilio, cadmio, plomo, y zinc) que en pequeñas cantidades pueden tener una alta incidencia en enfermedades neurológicas o cáncer.

Más allá de las políticas de reciclaje que puedan implementar los países para reducir el impacto de estos equipos —en Chile, están incluidos en el proyecto de ley de la Responsabilidad Extendida del Productor (REP) —, algunos desarrolladores de aplicaciones (app) han decidido subsanar esta problemática, fomentando el cuidado del medio ambiente  mediante el uso de los smartphones.

Considerando la alta penetración de estos aparatos en Chile (en el año 2017 habrá prácticamente un smartphone por cada habitante, según la empresa estadounidense Cisco), el país ha sido un buen receptor de este nicho tecnológico-sustentable. Sin embargo, no sólo empresas extranjeras han logrado penetrar en este innovador mercado, ya que en el último tiempo, emprendedores nacionales han querido desarrollar app ambientales “made in Chile”.

allGreenUp

“Siempre estuvimos interesados en saber cómo las nuevas tecnologías pueden cambiar el mundo y pensamos que una aplicación enfocada en lo ambiental podía hacer una diferencia y crear un cambio sustancial en el planeta”, indica Andrés Luongo, uno de los fundadores de allGreenUp, app que otorga premios y descuentos a sus usuarios cada vez que realizan acciones amigables con el medio ambiente como reciclar, andar en bicicleta, compartir el auto o leer noticias.

La app fue lanzada para su descarga a fines del año 2013 y en la actualidad cuenta con más de 12 mil usuarios activos,  los cuales pueden elegir entre más de 200 beneficios disponibles dentro de la tienda, pertenecientes a más de 60 empresas asociadas.  Para esto, las personas deben reciclar en uno de los mil puntos que están disponibles en la red a lo largo de Chile.

“En México y Argentina, tenemos registrados cerca de 1.500 puntos donde los usuarios pueden reciclar y ganar puntos. Y en el resto del mundo, los usuarios ya pueden acumular bonos por andar en bicicleta, correr, caminar, hacer trekking, leer noticias y asistir a eventos”, cuenta Andrés Luongo. 

Sobre las metas ambientales que ha cumplido la aplicación, Luongo señala que los usuarios han logrado salvar  44 árboles, por la cantidad de papel reciclado, evitar la emanación de 46 toneladas de CO2, por evitar el uso del automóvil, y reciclar más de 15 toneladas de basura.

“Si bien la aplicación está disponible hace sólo 10 meses, el impacto generado ha aumentado de manera exponencial. Esto, gracias a las actualizaciones que se han realizado y al aumento de empresas e instituciones que se han ido asociando. Ante ello, esperamos que para fin de año hayamos realizado 10 veces más impacto ambiental que el que hemos realizado hasta hoy”, sostiene Luongo.

¿Cómo pretenden llegar a esa meta?

Prontamente implementaremos versiones personalizadas de allGreenup en Brasil, México, Colombia, Perú y Estados Unidos, con lo que los usuarios de aquellos países podrán sumar puntos por reciclar. Además incorporaremos nuevas funcionalidades,  como la de  compartir el vehículo, gracias a un convenio que hicimos con la app Aventones.

Considerando la  cada vez más usual práctica del Greenwasching, ¿cómo lo hacen para evitar que sus empresas asociadas no condicionen su objetivo ambiental?

Es parte de la metodología de selección que tenemos de nuestras marcas y anunciantes. Básicamente para las grandes empresas se trata de una revisión de las políticas y acciones con el fin de verificar que estén alineadas con lo que hacen y dicen. Sobre las pequeñas empresas también se revisan estas aristas, pero en relación a los valores y acciones que ese micro empresario emplea.

Plantsss

Por su trabajo como paisajista, Max Delporte siempre debía lidiar con una pregunta en reuniones con amigos o familiares: “¿Qué planta puedo tener en mi casa?” La misma interrogante se replicaba cuando viajaba a otros países, ya con un factor agregado: “Qué tipos de planta tienen X beneficio para la salud”. De esta forma, Del Porte se dio cuenta de dos cosas: que existe un interés generalizado por las plantas, sin importar nacionalidad o rango etario, y que hay pocos canales de información fácil y práctica sobre ellas.
Es así como decide crear Plantsss, app lanzada en 2013, la cual funciona  como una verdadera biblioteca virtual de plantas. En ésta los usuarios conocen todos los detalles sobre las especies que les interesa tener, según clima y ubicación. Además,  tienen la posibilidad de conocer los viveros más cercanos para comprarlas, gracias a la sección Mapa Plantsss con sistema de geolocalización.

“Plantsss  es una red social que busca fomentar la cultura verde en el mundo, democratizando el diseño paisajístico y la botánica mundial”, indica Delporte.

En la actualidad, la aplicación cuenta con más de 15 mil usuarios en 51 países del mundo, cifra que, según su fundador, se alcanzó gracias a que la compañía Apple consideró a Plantsss como la mejor nueva aplicación del mundo durante 10 días. “Fue un reconocimiento que ayudó bastante al posicionamiento de Plantsss, ya que la inversión en este concepto ha sido de $0”.

Sobre los desafíos a futuro, Del Porte cuenta que en septiembre se realizará el lanzamiento de la versión 2.0.0., la cual entregará bonos de descuentos en viveros a los usuarios por compartir fotos de sus jardines. “El objetivo es que las personas generen una comunidad en torno al mundo de las plantas, intercambiando opiniones, fotografías, comentarios, etc… También esperamos que se creen vínculos comerciales y culturales”, indica Delporte.

A su vez, Delporte señala que  para fines de año se dará inicio a una gira por Europa, realizando reuniones con posibles clientes y fomentando la descarga de la app en universidades, centros de estudios y municipios.

Aventones

Más allá de su riqueza cultural y gastronómica, si se tuviera que nombrar una característica-defecto de Ciudad de México  sería la congestión vehicular, producto de sus  más de 21 millones de habitantes. Considerando esta situación, tres amigos decidieron crear una aplicación con el fin de que los trayectos casa-trabajo-casa se volvieran menos traumáticos en la urbe azteca. En ese contexto, en el año 2010 nace Aventones, servicio que promueve la cultura del “carpooling”, a través de un sistema en línea, con el cual personas que pertenecen a una misma empresa o institución se organizan  para compartir el automóvil.  Esto conlleva a dos tipos de reducciones: monetarios para los usuarios, por conceptos de bencina, peajes o pasajes de locomoción colectiva, y  de emisiones de gases contaminantes hacia la atmosfera.
Ante esto último, el mexicano Ignacio Cordero, uno de sus fundadores, sostuvo que la aplicación, que está presente en 70 empresas de cuatro países de Latinoamérica —en Chile desde el 2012—, ha logrado evitar que se realicen trayectos  en vehículo por más de 6 millones de kilómetros (169 vueltas al mundo), lo que, a su vez, significó impedir la emanación de 972 toneladas de CO2.

También, indica Cordero, la aplicación ha generado un efecto secundario: “Ha servido para formar lazos de amistad entre los usuarios de una organización, puesto que muchas personas nos han contado que desconocían que algunos de sus colegas vivían tan cerca, y que gracias a la aplicación, han podido realizar reuniones más allá de la esfera laboral”.

A Chile la aplicación llegó gracias al apoyo del programa Start-Up Chile (creado por el gobierno para atraer empresas con gran potencial y que se encuentran en sus primeras etapas de desarrollo, con el fin de utilizar al país como plataforma para alcanzar éxito a nivel global) y ya hay más de 40 organizaciones empleando el sistema, entre las que destacan Walmart, Sodimac, Santander, Enersis, Entel, Claro, Lan, entre otras.

.¿Cómo funciona? 

Para comenzar a usar Aventones, una persona debe crear un perfil y elegir la red a la que se quiere sumar, la que puede ser de una universidad o de trabajo. En caso que el lugar no esté en la lista de redes, éste se puede proponer. Si la organización decide implementar el sistema se realizan campañas de comunicación interna para que la gente conozca los beneficios ambientales, económicos y sociales que se generan al compartir el auto.

Si el lugar ya está inscrito, hay que dar datos básicos, como por ejemplo, los puntos de origen y destino de un viaje, la ocupación -que en el caso de una universidad puede ser académico, estudiante o funcionario, etc.- y el medio de transporte más usado (automóvil, bicicleta, taxi, transporte público o institucional, etc.).

Cuando una persona se integra a la red y quiere compartir su auto, debe publicar las rutas y los horarios para que otros vean el recorrido y se puedan sumar.

A medida que el sistema es usado, se generan Reportes de Uso, los que a través de estadísticas dan cuenta de los “autos ahorrados”, las emisiones de CO2 y los kilómetros recorridos, entre otros. Estos datos son los que pueden ser incluidos en los reportes de sustentabilidad de las organizaciones que dan cuenta de la reducción en la huella de carbono.

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