A dos semanas de que el Senado aprobara el Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (CPTPP, más conocido como TPP11), el Presidente Gabriel Boric aún no ha ratificado el texto, ya que de acuerdo a lo señalado por la canciller Antonia Urrejola, el mandatario esperaría las cartas bilaterales para tal confirmación.
Cabe recordar que el gobierno no se opuso a que el Senado votara la polémica propuesta que lleva en tramitación más de cuatro años, por lo que luego de dos extensas jornadas de discutirla, se resolvió con 27 votos a favor, 10 en contra y una abstención, superando así la mayoría simple necesaria de 26 parlamentarios.
¿En qué consiste el TPP11?
El Tratado Integral y Progresista de Asociación Transpacífico (TPP11) es un tratado de integración económica pluricultural en la región de Asia Pacífico, que involucra a 11 países: Chile, Australia, Brunei Darussalam, Canadá, Malasia, México, Japón, Nueva Zelanda, Perú, Singapur y Vietnam. De acuerdo con lo indicado por la Subsecretaría de Relaciones Económicas Internacionales , entre sus objetivos se cuenta “promover la integración económica, establecer marcos legales predecibles para el comercio, facilitar el comercio regional, promover el crecimiento sostenible, entre otros”.
El organismo gubernamental también puso a disposición antecedentes donde se registran más de 100 reuniones de participación con el fin de informar a la sociedad civil sobre los acuerdos del tratado. Dentro de la participación se ha incluido a “organizaciones no gubernamentales, sindicatos y asociaciones de funcionarios, instituciones académicas y asesores parlamentarios, involucrados en aspectos específicos de la negociación del TPP”.
Una de las instancias más influyentes del proceso es el Cuarto Adjunto, en el que se incluyeron los temas generales y específicos de la negociación para los diferentes capítulos: Propiedad Intelectual (derechos de autor, derechos digitales, señales satelitales, entre otros); Medio Ambiente (biodiversidad, cambio climático, conservación y servicios ambientales); Asuntos Laborales (propuestas relacionales con regulación y protección de trabajadores, así como responsabilidad de empresas); Acceso a Mercados (facilitación del comercio, acceso a los mercados de compras públicas y aspectos arancelarios); Empresas del Estado (mantención o modificación de las empresas del Estado); y Telecomunicaciones y Comercio (donde se informó sobre cómo se aplicarían estas categorías).
Opiniones de voces expertas
Lo anterior, ha significado las diferentes opiniones de parlamentarios, donde el sector Apruebo Dignidad manifestó su voto en contra del proyecto. Sin embargo, hasta la fecha, según lo consultado por Codexverde a distintas organizaciones ambientales, no hay declaraciones por lo ocurrido en el Senado. Algunas entidades, como Chile Sustentable o Escazú Ahora, han señalado que esperaran el anuncio del Presidente Gabriel Boric, respecto de las cartas bilaterales.
Por su parte, el exministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, aseguró que es un “tratado que tiene que ver con economía, que tienen regulaciones similares a Chile, aplicaciones similares a Chile, en cuanto a medio ambiente, sobre valores en lo laboral, en temas de género y, por tanto, representa un estándar muy elevado por su contenido”.
“Es importante reconocer que esa es la cualidad que tiene este tratado en la necesidad de poder avanzar en estos temas. Creo que en el futuro va a ser cada vez más relacionado los aspectos ambientales como mínimo común denominador, en cuanto a los tratados de libre comercio, incluyendo, por ejemplo, el precio del carbón, pero este tratado en particular no es un tratado ambiental, por lo tanto no se puede medir como tal. Acá lo importante es que ninguna jurisdicción resigna su derecho a poder regular ambientalmente sus temas. Por tanto, no va a existir necesariamente un riesgo para el país en cuanto a su desarrollo, ya que también permite acceder como país pequeño que depende estas exportaciones a mercados distintos que no tenían”, sostuvo Mena.
Desde otro punto de vista, la directora de Políticas Públicas e Incidencia en Fundación Ecosur, Pamela Poo, explicó que dada la situación del país sobre los bienes naturales se iría acrecentando el poder de las empresas transnacionales.
“La aprobación del tratado, se encuentra en la lógica de continuidad de una economía abierta y globalizada en la cual el rol de nuestro país es la exportación de bienes de la naturaleza, entre ellos, los no renovables como el cobre, lo que determina nuestro metabolismo ampliado y la extracción desmedida de naturaleza, la que no permite la regeneración de esta. Chile este año agotó sus recursos en mayo, por ende, la aprobación de este tratado va en aquella lógica, como también en la constante atribución de ir acrecentando el poder de las transnacionales y el rol que juegan en la economía en detrimento de los estados”, puntualizó.
Hasta fin de año es el plazo que indicó la ministra de Relaciones Exteriores que el gobierno esperaría para esperar negociaciones de las cartas bilaterales (side letters) antes de ratificar el TPP11.
