“Cualquiera que pudo apreciar el desastre en vivo podría afirmar que no fueron 2 mil litros, sino que mucho más”, indica Andrés León, representante de la organización Dunas de Ritoque, sobre el derrame de petróleo en las cercanías del Terminal Marítimo de ENAP en Quintero.
El hecho se generó en la madrugada del miércoles 24 de septiembre cuando un buque con bandera de las Islas Marshall realizaba la descarga del combustible en un estanque de ENAP. Por causas que se investigan, una de las conexiones se cortó y provocó que gran parte del crudo llegara al mar.
Según ENAP, tras el suceso, rápidamente se dio aviso a las autoridades correspondientes y se empezó con los trabajos de mitigación, donde las empresas especialistas en la contención y recuperación de hidrocarburos, Suatrans, SteriCycle y CPT, iniciaron acciones de limpieza definitivas de la bahía de Quintero.
A través de un comunicado de prensa, Enap indicó que fueron cerca de 2 mil litros de petróleo derramados, los cuales afectaron directamente a las playas Las Conchitas y Los Enamorados de Quintero. No obstante, Andrés León cuenta que durante la tarde, la mancha negra ya se podía apreciar en la playa El Bato de Loncura, y en Ventanas, por lo que, según sus fuentes técnicas, al menos 3 mil litros habrían sido los vertidos.
“Desde un inicio Enap quiso bajarle el perfil a la situación, indicando que eran sólo 2 mil litros de petróleo los derramados. Las autoridades siguieron en esa misma línea. A las 11 de la mañana el gobernador de Valparaíso, Omar Jara, señaló que la situación estaba controlada, siendo aquello totalmente falso”, cuenta León, agregando que el petróleo podría haber llegado a las costas de Maintencillo, al anochecer.
Más allá del derrame, Andrés León indica que la ausencia durante toda la jornada de autoridades fiscalizadoras, como la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA), o de prevención, como el Servicio Agrícola Ganadero (SAG), fue lo que más molestó a las agrupaciones ambientales y de pescadores artesanales.
“Considerando que este es uno de los sectores con mayor impacto ambiental del país, lo mínimo que pide la comunidad es que cuando ocurran situaciones de esta naturaleza, los planes de contingencia funcionen correctamente. Son inválidas las palabras de calma cuando el desastre ambiental se percibe a metros de distancia y nadie da una respuesta verídica sobre cuáles serán las reales consecuencias. A su vez, los pescadores ya asumen que pasaran varios meses en los que no puedan extraer recursos del mar, situación que afectará gravemente la economía de sus respectivos hogares”, finalizó León.
Cerca de las 22:00 horas, Enap envío otro comunicado de prensa, en el que indicó que los trabajos de limpieza durarán toda la noche del jueves 25 de septiembre.