Minera Los Pelambres presentará plan de cierre ambiental definitivo para botadero en conflicto con Glencore

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La minera Los Pelambres, responsable de la explotación del yacimiento mismo nombre, presentará en los próximos días una propuesta de Cierre Ambiental binacional para avanzar en la solución del conflicto suscitado por la minera suiza Glencore respecto de la botadero Cerro Amarillo, en la frontera entre Argentina y Chile.

«Lo más importante para nosotros es cumplir con las mejores prácticas de la minería moderna en el manejo de estos depósitos de rocas, asegurando el control de cualquier potencial riesgo ambiental que pudieran tener en el largo plazo. Por eso, necesitamos autorizaciones para iniciar también en Argentina el cierre ambiental definitivo y completo del botadero», explica Francisco Veloso, presidente del Directorio de Minera Los Pelambres.

Esta presentación se realizará en el contexto de lograr una solución al conflicto entre ambas empresas mineras. El problema surgió luego de que una señalización del límite entre ambos países, realizada en 2012, permitió establecer que parte de un depósito de roca inerte de Los Pelambres, llamado Cerro Amarillo, quedó ubicado en territorio que está bajo la propiedad de Glencore, en Argentina.

De acuerdo a Veloso, el Cierre Ambiental del depósito de roca, actividad que consiste en medidas de contención y control para evitar riesgos de filtraciones con el paso de los años, es la solución que se emplea a nivel internacional.

Este procedimiento es el habitual en todos los depósitos de roca inerte –que prácticamente carece de metales- y sólo será totalmente efectivo si Glencore acepta colaborar, ya que parte del botadero está en terrenos bajo su responsabilidad.

«Nosotros siempre actuamos ajustándonos a los permisos que se nos dieron, pero asumimos la necesidad de aportar en la búsqueda de solución al problema de una manera racional y definitiva, en consideración de los intereses involucrados», explica Francisco Veloso.

Este plan de cierre fue planteado hace siete años, momento en que comenzó la construcción de Cerro Amarillo, botadero que, de acuerdo a los permisos otorgados y a la información disponible en esa época, estaba íntegramente en territorio chileno y de Los Pelambres. Hasta el momento, Glencore ha insistido en solicitar la remoción total de las rocas, lo que generaría mayores efectos sobre el entorno.

«En ninguna parte del mundo, mover las rocas depositadas en un botadero es una solución recomendada para prevenir posibles daños ambientales. Más allá de no ser viable en este caso, considerar esa alternativa genera riesgos e impacto mucho mayores para el medio ambiente», afirma el presidente del Directorio de Minera Los Pelambres.

 

Fuente: DF

 

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