El deporte y la sostenibilidad no tienen por qué ser dos conceptos incompatibles. Es más, cada vez son más las iniciativas que demuestran que es posible disfrutar del deporte sin dejar de lado el cuidado del medio ambiente.
La sostenibilidad es algo que cada día nos preocupa más y más, y sin duda la apuesta deportiva relacionada con los grandes campeonatos deportivos es una oportunidad única para unir la faceta deportiva con la faceta sostenible.
Un buen ejemplo de esa conjunción entre deporte y sostenibilidad la tuvimos en los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio 2020.
Los juegos de Tokio 2020 no solo sirvieron para ser un escaparate deportivo, también fueron un modelo de sostenibilidad a seguir.
En Tokio 2020 la sostenibilidad abarco todos los ámbitos, desde la construcción de instalaciones deportivas, que se hicieron en su gran mayoría con materiales sostenibles, pasando por la promoción del transporte público y la utilización de energía renovable.
Lo cierto es que los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 establecieron nuevos estándares en lo que se refiere a la organización de eventos deportivos que sean respetuosos con el medio ambiente.
¿Por qué Tokio 2020 es un ejemplo de sostenibilidad?
En Tokio 2020 se tuvo en cuenta todo, por un lado, la eficiencia energética, ya que se usaron energías renovables para hacer funcionar las instalaciones olímpicas, por otro lado, el uso de iluminación LED ayudo a ahorrar energía.
A la hora de construir se usaron materiales sostenibles, por ejemplo las camas de la Villa Olímpica se hicieron de cartón reciclado, los podios se imprimieron en 3D con plástico que se recicló del océano y las medallas se fabricaron con metal reciclado de dispositivos electrónicos desechados, incluso los uniformes y el equipo deportivo fueron fabricados con materiales reciclados.
Otras medidas sostenibles fueron por ejemplo eliminar las botellas de plástico de un solo uso, se implementó un programa de reciclaje y se reutilizó y reciclo material de construcción de anteriores Juegos Olímpicos, a eso hemos de añadir que la ciudad hizo un esfuerzo mayúsculo en fomentar el transporte público y la bicicleta para ir a las instalaciones olímpicas.
Por otro lado, la villa olímpica se construyo con madera certificada por el Forest Steveardship Council.
Se llevó a cabo una excelente gestión del agua, implementado medidas de ahorro y usando agua reciclada para regar las zonas verdes.
Estadios sostenibles
Tokio fue un buen ejemplo de cómo hacer sostenible un evento deportivo, pero lo cierto es que el mundo ya empieza a contar con instalaciones cada vez más sostenibles:
- Estadio Mercedes-Benz de Atlanta, inaugurado en septiembre de 2017, tiene el techo retráctil para que entre luz y ventilación natural, aparte recoge el agua de la lluvia y dispone de placas solares que generan la electricidad que necesita.
- Allianz Arena de Múnich, el estadio se inauguró en 2005, pero cuenta con un sistema de calefacción y refrigeración geotérmico, aparte usa energía renovable para su propio consumo.
- Estadio Nacional de Pequín, inspirado en un nido de pájaro, su diseño le permite ser terriblemente eficiente desde el punto de vista energético, cuenta con un sistema de recogida de agua de la lluvia y fue construido con materiales reciclados.
- Estadio 974 de Doha, está construido con contenedores de transporte marítimo (TEU) reciclados, el estadio es desmontable y puede ser reubicado, aparte de que cuenta con sistemas de recogida de aguas de lluvia y un sistema de iluminación LED de bajo consumo.
Como veis, es posible aunar deporte y sostenibilidad, da igual que sea una mega competición como unos juegos olímpicos o una simple carrera, siempre se puede hacer alguna cosa para que todo sea más sostenible, medidas como no usar botellas de plástico de un solo uso, usar energía renovable o compensar las emisiones de carbono.
Siempre hay un modo de que hacer deporte, aparte de ser sano para nuestro cuerpo, también lo sea para el cuerpo del planeta.
