Un trabajo conjunto entre las Aduanas de Valparaíso, San Antonio y la Subdirección de Fiscalización del Servicio Nacional de Aduanas y la Brigada Investigadora de Delitos Contra el Medio Ambiente (Bidema) de la Policía de Investigaciones, permitió que funcionarios de la Aduana de Valparaíso interceptaran 4 contenedores que en su interior contenían 109 mil kilos de desechos de baterías usadas (plomo) que estaban en la Zona de Extensión de Apoyo Logístico (ZEAL) del puerto de Valparaíso.
De esta forma, luego que funcionarios de Aduanas y la Bidema abrieran cada uno de los contenedores, dentro de ellos se encontraron grandes sacos con un material pastoso y metálico. Los análisis preliminares realizados por la PDI con tecnología especializada que permite detectar este tipo de componentes, confirmaron que se trataba 109 toneladas de desechos de plomo de baterías usadas y no sulfato de plomo, como había declarado el dueño de la mercancía.E
Este tipo de productos está normado por el Art. 44 de la Ley 20. 092 que regula y sanciona el transporte y la comercialización de sustancias contaminantes. En este caso el plomo es una sustancia peligrosa. El riesgo en particular es que cuando el plomo entra en contacto con el organismo, éste no es capaz de desecharlo.