Combarbalá, en la Región de Coquimbo, es una de las comunas más afectadas por la escasez hídrica. Esta situación, sumada a lo social y lo económico ha impactado fuertemente a las comunidades locales, las cuales son eminentemente agrícolas. Más del 80% de los cultivos se han visto afectados y por consiguiente los crianceros han perdido cerca de 180 millones de pesos en el último año por la mortandad de crías y la baja producción de leche.
Frente a esta realidad se está llevando a cabo el programa Manejo Sustentable de la Tierra, a cargo de Conaf con financiamiento del Banco Mundial en cinco comunas del país, siendo Combarbalá la primera seleccionada a nivel nacional.
El principal objetivo de esta iniciativa, explica el director Ejecutivo de la Corporación, Aarón Cavieres, “es revertir la desertificación y degradación de la tierra, contribuir a la mitigación del cambio climático y potenciar el uso sustentable de la biodiversidad”.
Por ello, añade que se hace relevante que las comunidades agrícolas se coordinen y presenten sus ideas en el ámbito de la conservación del suelo, a través del Concejo de Intervención que se ha formado en el marco de este proyecto y de esta manera contribuir a revertir la situación que vive esta comuna”.
Iniciativas a presentar
Para este año las ideas van en el orden de exclusiones, que es cercar una superficie de terreno desde 50 hectáreas para ser protegida por influencias externas; reforestaciones; proyecto con pequeños apicultores asociadas a conservación de suelo como zanjas de infiltración, bancales que es un tipo de construcción utilizada en suelos con pendientes para mejorar su uso en plantaciones y protección agua potable rural, entre otras.
Se espera trabajar con productores de miel, con huertos agroforestales, sistemas de cosechas de aguas lluvias y técnicas de conservación de suelos.
“Esto porque queremos abordar las áreas de desertificación en la zona, ayudar a los campesinos afectados por la sequía y apoyarlos para que desarrollen acciones de manejo sustentable de la tierra, además de la conformación de corredores biológicos que permitan la recuperación de la biodiversidad, en una segunda etapa de la iniciativa”, detalló la directora regional de Conaf, Liliana Yáñez.
Esta iniciativa cuenta para los primeros 18 meses de trabajo con $160.000 millones aportados por el Banco Mundial.
