Gobierno activa al sector privado para levantar el dinero que falta para la COP25

A siete meses de la cumbre climática de la ONU, el gobierno ha intensificado sus acciones para levantar recursos desde el ámbito privado. Desde los gremios se busca “la fórmula” para entregar las donaciones y la idea de un fideicomiso ciego toma fuerza.

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Una variada lista de empresarios invitados a La Moneda, además de múltiples conversaciones con los gremios, han sido parte de las acciones que distintos personeros del gobierno, algunas carteras sectoriales, además del equipo de coordinación del evento, estarían llevado a cabo para levantar fondos desde el empresariado, y así completar los recursos necesarios para realizar en diciembre, la Conferencia de las Partes (COP25), la cumbre sobre el cambio climático de las Naciones Unidas (ONU).

Oficialmente se ha catalogado la COP25 como el evento internacional más relevante que Chile ha organizado desde el Mundial del ’62, y en las cuentas del equipo organizador están asegurados los $35 millones de dólares que el Congreso aprobó, a mediados de abril, en la ley de financiamiento del encuentro. No obstante, se necesitarían entre US$70 y US$90 millones.

Y sólo quedan siete meses para su inauguración.

Para disminuir este delta, La Moneda estaría gestionando conversaciones con diversos países para comprometer cooperación internacional, y especialmente, intensificando los acercamiento con el empresariado.

“Sabemos que el gobierno está teniendo reuniones con empresarios directamente, hay reuniones con ramas, con los ministros sectoriales. Estamos trabajando en esto y es un desafío que tenemos que discutir”, afirma Alfonso Swett, presidente de la Confederación de la Producción y el Comercio (CPC).

Si bien la CPC no quiere entregar una estimación oficial, entre los gremios se habla que el gobierno “esperaría” conseguir unos US$25 millones desde el sector privado y de otros países, como cifra “tentativa”, para financiar la cumbre.

Según Swett, entre los distintos gremios que conforman los CPC existe “disposición” para colaborar con recursos y el tema ha sido debatido en el comité ejecutivo de la entidad, donde se reúnen los representantes de seis sectores productivos (industria, comercio, minería, agricultura, construcción y financiero).

“Estamos viendo los distintos vehículos con los cuales aportar. Está la posibilidad del aporte directo de las empresas, está la posibilidad del fideicomiso en gremios, y también formar un fideicomiso ciego desde la CPC”, asegura Swett.

“Estamos nerviosos”  

La Conferencia de las Partes es una cumbre que se realiza cada año para comprometer a 196 Estados, a bajar los niveles de emisiones de gases de efecto invernadero y así evitar efectos irreversibles del cambio climático. Este año, se llevará a cabo en Chile la versión número 25, entre el 2 y el 13 de diciembre, en el Parque Bicentenario de Cerrillos. En este lugar se instalará una infraestructura temporal con capacidad para reunir cerca de 20 mil personas.

La designación del país como sede de esta cumbre se dio a conocer en diciembre, luego de que Brasil declinara su candidatura. Así, el plazo de un año para preparar el encuentro –la mitad del tiempo de lo que habitualmente tienen otras naciones- ha impuesto una serie de desafíos para el gobierno, entre ellos, la búsqueda de financiamiento y el compromiso del sector privado.

Al respecto, el presidente de la CPC afirma que “sabemos que es que es un proyecto caro, son cerca de $90 millones de dólares; tenemos poco tiempo, sabemos que somos uno de los países sede de COP que menos tiempo tenemos va a tener para organizarse y juntar los recursos, por lo que entiendo si el gobierno está nervioso. Al menos nosotros sí estamos nerviosos”.

Según información entregada por la gerencia de COP25, liderada por el ingenieroCristán Varela, se ha conversado el tema con 45 empresas y se han reunido con una quincena de  representantes de distintas naciones para levantar cooperación internacional. Según trascendió, con los fondos que se reúnan se pretende financiar una serie de proyectos científicos, actividades regionales, y la participación en la cumbre de delegaciones de países más pobres, entre otras iniciativas.

Los gremios

Actualmente, el nivel de compromiso con la COP25 entre los diferentes sectores productivos es diverso.

En algunos gremios el tema ya se ha discutido internamente. Esta semana, la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), entidad que reúne empresas del sector industrial, envió una minuta al Ministerio de Medio Ambiente, proponiendo una “agenda empresarial para el cambio climático”. En esta se hace referencia a acciones específicas en temas como economía circular, descarbonización de la matriz eléctrica, el incentivo del transporte y calefacción eléctrico o a gas, y la adopción del impuesto a las emisiones bajo algunos criterios específicos, entre otros.

El presidente de la Sofofa, Bernardo Larraín Matte, afirma que “en Sofofa formamos un grupo de trabajo con 16 presidentes y gerentes de empresas y gremios socios de los sectores energético, forestal, acuícola, agro-industrial, consumo masivo y cemento. Le presentamos a la ministra Schmidt un documento con nuestra mirada sobre el rol de la empresa en la COP 25.Queremos ser actores con voz en esta COP, porque estamos convencidos que son las empresas chilenas de nuestras principales industrias, las que podrán comprometer acciones climáticas costo eficientes para reducir o capturar emisiones de gases de efecto invernadero”.

Larraín Matte agrega que “si bien en el documento planteamos una propuesta de una participación colectiva del mundo empresarial, que entre otras cosas efectivamente propone un mecanismo de Fideicomiso Ciego o equivalente para los aportes empresariales, de manera que la COP se desarrolle con total autonomía, independencia y prescindencia de cualquier interés particular, esta fórmula que consideramos virtuosa debe ser analizada individualmente por cada empresa y sector. Lo importante hoy son los contenidos y cómo el mundo empresarial se posiciona en este hito planetario”.

En otros gremios el tema corre más lento. “No hay mucho más que conversaciones de pasillo. Es todo muy reciente”, asegura Ricardo Ariztía, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), cuando se le pregunta por los aportes que la entidad podría entregar para financiar la COP25. Asimismo, adelanta que recibió una invitación a La Moneda para conversar sobre este tema.

“Este es un tema que tendrá que verse con cada una de las empresas ya que como cámara no estamos muy involucrados en ninguna iniciativa para reunir fondos”, afirma José Manuel Melero, presidente de la Cámara Nacional de Comercio (CNC). “Si bien el tema de la COP no es ajeno al comercio, afecta más a otro gremio”, agrega el empresario, aunque no descarta que en el futuro puedan participar de algún tipo de actividad para donar recursos para la cumbre.

Costos cubiertos

Desde el entorno del equipo coordinador de la cumbre, afirman que el evento como tal ya está “pagado” con los $35 millones de dólares aprobados por el Congreso. No obstante, según los informes de las comisiones de Hacienda de ambas cámaras, de ese monto, sólo US$21,5 millones estarían destinados para el evento en sí mismo, es decir, la infraestructura para las conferencias y negociaciones. Esto equivale al 60% del costo de este ítem.

Además, con el total de recursos aportados por el Estado, se pretende financiar una serie de otros aspectos: transporte gratuito para unos 22.500 participantes de la cumbre, a través de la entrega de tarjetas BIP (US$1,08 millones); la participación de Presidentes y sus delegaciones (US$405 mil); el equipo de presidencia COP25 (US$1 millón); la asistencia de unos 600 funcionarios de ONU Cambio Climático (US$7,8 millones); costos de operación y administración (US$1,89 millones); y un fondo de contingencias (US$1,25 millones).

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