Estudio reveló brechas y limitaciones en participación de la academia en discusiones de leyes ambientales

¿Cuánto participa la academia en las discusiones legislativas sobre medioambiente? Esta fue la pregunta detrás de un reciente estudio sobre la participación de la academia y otros productores de conocimiento en las comisiones del Congreso durante la discusión de proyectos de ley ambientales.

Participar activamente de la discusión de una nueva ley puede tener importantes implicancias para su desarrollo y posterior ejecución. Por esto, las comisiones legislativas son un espacio muy valioso y relevante para proveer de conocimientos al proceso legislativo, donde usualmente se generan espacios de participación para actores públicos y privados que buscan informar e influir en tales discusiones.

En un artículo publicado en The Journal of Legislative Studies, que contó con la participación de Francisca Reyes y Stefan Gelcich, académicos de la Universidad Católica, el Instituto Milenio en Socio-Ecología Costera (SECOS) y el Centro CAPES, junto a la cientista política Valentina Opazo, se exploró quiénes participan de las audiencias de las comisiones del Congreso en procesos de legislación ambiental, instancias clave para evaluar cuán diversos y representativos son estos espacios.

El análisis se centró en la categoría de participantes llamada ‘productores de conocimientos’, que incluye a personas provenientes desde los ámbitos de educación superior, centros de investigación, grupos de expertos y think tanks. Estas personas presentaron en las audiencias de comisiones, un mecanismo de acceso privilegiado para que la ciencia llegue al proceso de elaboración de leyes, en las que se debatieron y votaron 73 proyectos de ley en temas de medio ambiente.

“Este trabajo se enfoca en la participación en las comisiones del Congreso chileno durante la discusión de proyectos de leyes de relevancia ambiental en los últimos doce años, entre el 2010 y 2022, concentrándose específicamente en el subgrupo de productores de conocimiento. Así, encontramos que quienes producen conocimiento participan menos de lo esperado y que esa participación tiene sesgos de género y de ubicación geográfica, entre otros”, menciona Francisca Reyes, académica UC e investigadora SECOS y CAPES, y autora principal del estudio.

Algunos de los resultados

Sobre los resultados, respecto del grupo de ‘productores de conocimiento’ la cantidad total de personas que asistieron durante 12 años equivale solo al 7,6% de quienes asistieron a las comisiones, revelando la escasa participación de este grupo en la discusión parlamentaria.

Respecto a brechas de género, el 22,2% de participantes ‘productores de conocimientos’ eran mujeres, cuya participación se concentró más en el Senado con un 73,6% respecto a la Cámara.

Además, dentro del mismo grupo, las instituciones de educación superior fueron las más numerosas con un total de 116 de 171 participantes, concentradas principalmente en universidades en la Región Metropolitana, del Biobío y Valparaíso.

Por otro lado, aunque entre los años 2020 a 2022 las sesiones se celebraron en gran medida de forma telemática, la participación de académicos y académicas de regiones no aumentó significativamente.

Importancia de crear instancias de acceso transparente

“Los hallazgos del estudio sugieren que las barreras a la participación trascienden en gran medida las del tiempo y los costes de desplazamiento. En línea con otros estudios internacionales es posible que la participación en los comités se vea afectada por el acceso desigual a capacidades y redes de contacto, que son más complejas de desarrollar para los académicos y académicas de regiones y para las mujeres”, indica Reyes, lo que genera preocupación respecto de la cantidad y diversidad de quienes aportan evidencia y conocimiento de investigación a las comisiones del Congreso.

Para la también académica del Instituto de Desarrollo Sustentable UC y directora de la plataforma Vincula, instancia donde participan varias universidades y centros de investigación del país y que precisamente busca generar vínculos más estrechos entre productores de conocimiento y el Congreso, los resultados llaman a prestar más atención a los factores que actúan como barreras o facilitadores de la participación de un grupo más diverso de productores de conocimientos en estos ámbitos de deliberación privilegiados.

“Es importante recordar que en Chile el acceso a las comisiones del Congreso es exclusivamente oral y por invitación, lo que en algunos casos no facilita la diversidad de la participación, dado que existen grandes asimetrías de información sobre cómo acceder al sistema. Además, la selección de los participantes depende de los contactos y redes existentes de cada parlamentario, lo que limita la participación de actores que no accedan a esas redes, siendo entonces muy relevante crear instancias que de manera transparente y sistemática las creen y nutran”, remarca Reyes.

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