El impacto de la tecnología en la producción cinematográfica de la era digital

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Desde su génesis en la segunda mitad del siglo XIX, el cine ha sido mucho más que una mera fuente de entretenimiento. En realidad, el séptimo arte ha significado un vehículo para deliberaciones filosóficas, así como una herramienta de análisis político y sociocultural. Dichas intenciones se han mantenido intactas con el paso del tiempo. Aunque, la evolución de las tecnologías ha modificado sustancialmente las formas de trasmisión de ideas.

Asimismo, las innovaciones devenidas con la Revolución Industrial 4.0 han acelerado la transformación de los procesos de producción y promoción de creaciones audiovisuales. Hace unas décadas el mercadeo de una saga como Star Wars se basaba en afiches, juguetes, ropa y accesorios. Hoy en día, este marketing abarca desde exposición en medios digitales hasta juegos para smartphones o en el Spin City Casino online, por ejemplo.

Por ello, en los siguientes párrafos se explica de forma concisa cuál ha sido el impacto de la digitalización en la industria cinematográfica actual.

El surgimiento de la cinematografía digital

Se trata de una técnica de fotografía en movimiento realizada con imágenes digitales. A diferencia del procedimiento analógico que captura la luz en un cuadro de una película, la cinematografía digital utiliza un sensor con el cual la cámara captura la luz. Los orígenes de esta técnica se remontan a los años 80, cuando Sony introdujo la “cinematografía electrónica”.

Pero, a pesar de que la tecnología estaba disponible, no fue hasta el año 2000 cuando los cineastas más grandes de Hollywood comenzaron a emplear las cámaras digitales. Algunos de los pioneros más renombrados fueron George Lucas, Robert Rodríguez y James Cameron. No obstante, el verdadero punto de inflexión de la cinematografía digital fue el largometraje hindú ganador del Oscar, Slumdog Millionaire (2009), de Anthony Dod Mantle.

Algunos de los largometrajes más taquilleros de la historia grabados digitalmente

  • Avatar (2009);
  • Hugo (2011);
  • Skyfall (2012);
  • Dune (2021).

Reducción de costos y agilización de la producción

Las cámaras de la era digital son mucho más funcionales, fáciles de utilizar y económicamente accesibles que los equipos usados antes del nuevo milenio. Evidentemente, innovaciones recientes como la realidad virtual, la realidad aumentada y las resoluciones ultra altas eran funciones inimaginables durante el siglo XX. La consecuencia ha sido la aparición de nuevos formatos y dispositivos para la reproducción audiovisual.

Además, la digitalización ha facilitado la condensación de todos los procesos de edición y postproducción en general. De hecho, los cineastas tienen la posibilidad de agregar efectos especiales o arreglar fallos al instante. Por consiguiente, no se retrasa la eliminación de material inservible y se evita la necesidad de un rodaje posterior para corregir errores. Esto ha acelerado el calendario de estrenos y reducido radicalmente los gastos de producción.

Democratización del cine

El costo de los equipos de grabación necesarios para hacer una película en el siglo XX representaba un obstáculo titánico para los estudios modestos. Sin embargo, actualmente los equipos de última generación son mucho más asequibles en comparación con aquella época. Adicionalmente, las estrategias de promoción son bastante más baratas y tienen mayor alcance, porque se llevan a cabo en redes sociales y demás plataformas digitales.

Impacto positivo de la democratización del cine:

  • El recorte de los gastos de producción incrementa la probabilidad de invertir en otras áreas; entre ellas: ambientación, efectos especiales y marketing;
  • Los cineastas independientes —carentes de los recursos abundantes de las grandes productoras— tienen la posibilidad de lanzar creaciones artísticas con un alto nivel técnico y estético;
  • La falta de financiación pesada ya no es impedimento para completar una producción audiovisual, lo cual aumenta las probabilidades de sostenibilidad para los realizadores con presupuesto limitado;
  • Diversas tecnologías complementarias —como los drones, por ejemplo— han contribuido a que los realizadores independientes puedan plasmar su visión artística sin necesidad de utilizar grúas o helicópteros.

El poder del streaming

La digitalización ha transformado los canales de promoción y distribución de las películas y documentales. No en vano, es prácticamente imposible encontrar alguna persona en la civilización occidental que no sepa de plataformas como Netflix o Amazon Prime, por nombrar las más acaudaladas. En complemento, la popularidad de las redes sociales abre la puerta a un verdadero mercado global.

Por estos motivos, el presupuesto destinado para el marketing de un producto audiovisual se ha vuelto tan o más importante que la cartera de producción. Es más, no en pocas ocasiones la efectividad de la promoción en internet y redes sociales es determinante para la rentabilidad de las películas. Como si eso fuese poco, la irrupción del Covid-19 en todo el mundo acentuó la migración del público hacia los medios digitales.

Otras consecuencias de la explosión del streaming en la industria cinematográfica 

  • Los realizadores pequeños o independientes pueden diseñar estrategias de promoción específicas para la audiencia más acorde con el tipo de producción audiovisual realizada;
  • Proliferación de contenido de alta definición;
  • Expansión del acceso al material cinematográfico por parte de todo tipo de audiencias; basta con poseer una suscripción a algún proveedor de streaming más una conexión decente a internet;
  • Incremento de las posibilidades de interacción entre los realizadores y los espectadores a través de las redes sociales.

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