Contaminación de las salmoneras favorece el desarrollo de bacterias resistentes a antibióticos

Los desechos de estos peces generan un ambiente rico en nutrientes que bacterias de enfermedades como la salmonela o cólera aprovechan para crecer. Estas bacterias, al entrar en contacto con los antibióticos de las heces de los salmones, se vuelven inmunes a estos, amenazando la medicina humana.

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Imagen de Futuro Renovable.

De los 51 antibióticos utilizados en la salmonicultura, 76% son de importante uso humano. Esto supone una amenaza global para las personas, ya que la misma contaminación de esta industria hace que distintas bacterias generen una resistencia hacia los antibióticos con los que controlamos las enfermedades.

“La industria de los salmones tiene asociada una cuota importante de contaminación ambiental que va a permitir aún más la presencia de resistencia a los antibióticos”, afirmó Claudio Pinto, experto del Departamento de Medio Ambiente del Colegio Médico. Los antibióticos ingresan al organismo de los salmones a través del alimento. Al excretarlos, quedan en el medio ambiente marino, aún permaneciendo activos.

Las altas cantidades de materia orgánica depositadas en el fondo marino enriquece el mar de nutrientes. Esta situación es aprovechada por bacterias como la Shigella, Salmonela o Vibrio cholerae (cólera), las cuales, al entrar en contacto con los antibióticos que excretan los salmones, se vuelven inmunes a ellos. Las bacterias resistentes predominan por sobre las que no, se multiplican y a su vez empiezan a transmitir esa información a otras bacterias.

En ese sentido, el panorama en Chile es crítico, dado que la cantidad de narcóticos que se utilizan en la industria local superan por lejos a otros países. Por ejemplo, Noruega, principal exportador de salmones en el mundo, utiliza en promedio 45 gramos de antibióticos cada 1.000 kilógramos, mientras que acá se usan alrededor de 950 gramos por la misma cantidad de kilos.

Amenaza a la salud humana

La Dra. María Cristina Escobar, consultora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) señaló que los microorganismos resistentes se ven cada vez con más frecuencia, amenazando la salud humana y animal porque las opciones de tratamiento a enfermedades se reducen. “Estamos en camino hacia una era post-antibiótica, donde las enfermedades infecciosas más comunes, antes controladas, podrían nuevamente causar mortalidad”, sentenció.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente hay en el mundo al menos 700 mil muertes al año causadas por la Resistencia a los Antimicrobianos (RAM), y se estima que para el 2050 este número puede llegar a 10 millones de muertes si no se toman las medidas necesarias.

Los antibióticos se utilizan para prevenir infecciones en poblaciones de animales susceptibles a estas, debido a perturbaciones inmunológicas producidas por el hacinamiento y problemas dietéticos por alimentos procesados que les generan un estrés adicional.

Desde el 2010, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, la Organización Mundial de Sanidad Animal y la OMS, han trabajado en conjunto para informar y advertir sobre las consecuencias de la RAM. “Las orientaciones y recomendaciones están. Ahora el desafío está en la implementación”, agregó la doctora Escobar.

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