Cloro: el ingrediente final para tratar aguas residuales

“El cloro es un oxidante fuerte (...) y cumple la función de desinfectar el agua, que en términos prácticos significa eliminar de ella microorganismos capaces de producir enfermedades, como las coliformes fecales, específicamente Escherichia Coli”, indicó Javier Carrié, jefe de Ventas de la División Instrumentación de Simtech.

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Las aguas residuales son cualquier tipo de agua cuya calidad ha sido afectada negativamente por la influencia antropogénica. En las zonas urbanas estas aguas negras y grises, de origen doméstico e industrial, llegan a una planta de tratamiento de aguas servidas (PTAS), donde son tratadas para reducir su impacto en la salud de las personas y el medio ambiente.

Para tratarlas, estas aguas deben pasar por un conjunto de operaciones y procesos de origen físico-químico o biológico que se dividen en distintas fases: pretratamiento, tratamiento primario, secundario y terciario. En el tratamiento terciario o avanzado aún quedan aproximadamente un 15% de contaminantes que necesitan ser purificados, para lo cual el agua se filtra y se desinfecta, utilizando principalmente cloro.

Javier Carrié, jefe de Ventas de la División Instrumentación de Simtech

Al respecto, Javier Carrié, jefe de Ventas de la División Instrumentación de Simtech, empresa especializada en tecnología y equipamiento para tratamiento de aguas, indicó que, “el cloro es un oxidante fuerte que se suministra al agua tratada en forma gaseosa o como solución de hipoclorito de sodio o de calcio, y cumple la función de desinfectar el agua, que en términos prácticos significa eliminar de ella microorganismos capaces de producir enfermedades, como las coliformes fecales, específicamente Escherichia Coli”.

Así, para este último proceso, antes de la descarga del agua tratada, son vitales las cámaras de contacto o cámaras de cloración, donde se libera el cloro y se retienen las aguas en tratamiento, por al menos 30 minutos. El cloro elimina la mayoría de las bacterias, evitando así la transmisión de enfermedades y el desarrollo de algas microscópicas que enturbien el agua.

Finalizada esta acción se debe medir el cloro libre residual, es decir, el remanente del cloro tras la desinfección. Por un lado, la presencia de cloro libre nos asegura que las aguas han sido debidamente desinfectadas, sin embargo, se debe medir diariamente su concentración con equipos portátiles o en línea, puesto que una cantidad excesiva de cloro residual puede ser perjudicial para la salud y el medio ambiente.

“Bajas concentraciones de cloro residual indican que el proceso de desinfección no se está realizando de forma correcta permitiendo la descarga de organismos patógenos. Por otro lado, el exceso de cloro provoca la formación de compuestos como los trihalometanos. Ambas condiciones son perjudiciales para la salud y el medio ambiente”, explicó Carrié.

Créditos: Javier Carrié, jefe de Ventas de la División Instrumentación de Simtech

A pesar de la importancia de regular las concentraciones de cloro en el agua tratada, no existe una norma que actualmente las regule. Sobre esto, el jefe de Ventas de la División Instrumentación Simtech puntualizó que, “las normas chilenas de descarga de aguas residuales no exigen una concentración de cloro residual, pero sí una concentración máxima de microorganismos patógenos, por lo que indirectamente se debe usar un agente biocida. El más común es el cloro por su costo y facilidad de manejo”.

Por ende, aun así, se recomienda utilizar equipos que analicen periódicamente el uso de cloro en el agua tratada para que esta cumpla con la calidad requerida.

¿Qué tipo de analizador de cloro se recomienda utilizar para las cámaras de contacto de plantas residuales?  ¿Por qué?

Existen dos tipos de analizadores de cloro libre en línea: los amperométricos y colorimétricos. Para medir al final de la cámara de contacto se recomienda el colorimétrico, el cual puede medir el cloro total y residual de forma automática. Como parte de nuestro catálogo de productos, contamos con el 3017M de YSI, que se basa en el método DPD (N, N – dietil -pfenilendiamina) y cuenta con los reactivos necesarios que permiten que los interferentes no afecten la medición de cloro residual, como, por ejemplo, el pH. Además, los equipos en línea mediante DPD operan de forma automática, calibrando el cero en cada ciclo de medición, por lo que no requieren de atención por el operador, a excepción de las operaciones de limpieza y recarga de los reactivos químicos.

¿Cuáles son los principales cuidados que deben tener estos aparatos?

El YSI 3017M requiere una mantención básica, la periodicidad depende de las condiciones del agua a analizar y la frecuencia de las mediciones configuradas en el equipo. Generalmente, la mantención corresponde a limpieza del equipo, cambio de los reactivos químicos y recambio de las mangueras de las bombas peristálticas.  

¿Cada cuánto tiempo se deben determinar los niveles de cloro en las plantas de tratamiento de aguas residuales?

Hoy no existe una exigencia normativa que indique cada cuanto tiempo se debe medir el cloro residual e incluso los máximos permitidos, pero pronto cambiará. El anteproyecto de la revisión del Decreto Supremo N° 90, del Ministerio Secretaría General de la Presidencia, que establece la norma de emisión para la regulación de contaminantes asociados a las descargas de residuos líquidos (tablas N°1, 2, 3 y 6) indican que la concentración máxima de cloro libre residual será de 0,5 mg/L. Para la tabla N°4, que aplica a descargas dentro del ancho de la zona de protección al litoral, será de 1 mg/l y para la tabla N°5, que aplica a descargas fuera del ancho de la zona de protección al litoral, será de 2 mg/l.

Considerando lo crítico de la cloración por lo antes mencionado, debiera medirse la concentración de cloro de forma continua, ya que en las plantas de tratamiento de aguas residuales siempre hay eventos que pudiesen alterar el efluente.

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