Esta semana Chile superó una nueva marca, pero no se trata de ningún logro deportivo, ni tampoco un hito para sentirnos orgullosos.
Todo lo contrario: el pasado lunes 9 de septiembre el país entró en sobregiro por plástico, indicador que establece el día en que la capacidad de manejo de los residuos de este material se ve agotada por completo. Es decir, ya desde esta semana, toda la basura plástica de Chile hasta fines de año no será gestionada de manera adecuada, terminando, en última instancia, en la naturaleza, generándose contaminación por plásticos.
Así lo plantea el reporte Plastic Overshoot Day, publicado por Environmental Action (EA), que mide el sobregiro por plástico desde el año 2021, tomando como base información sobre residuos sólidos urbanos, como envases, textiles y desechos domésticos, con una producción mundial de plástico de 220 megatoneladas que se distribuyen entre diferentes grupos de países. Chile es el único país de Sudamérica que forma parte de los llamados sobrecargadores, esto es, grandes generadores de residuos plásticos, que exportan una cantidad significativa de sus desechos.
Según indica el informe, los residuos de estos países están bien gestionados y, a diferencia del grupo de los transactores, que también consumen mucho, importan menos residuos que los que exportan.
La fecha de este año, sin embargo, representa una leve mejora para Chile respecto a lo registrado en 2023, cuando el país entró en sobregiro el 25 de agosto. A nivel global el sobregiro por plástico se alcanzó el 5 de septiembre, un retraso importante respecto al año anterior, cuando ocurrió el 28 de julio.
Llamado a la acción
El reporte muestra que Chile, además, ocupa el primer lugar de la región en generación de residuos plásticos per cápita. En cuanto a la basura plástica no manejada por persona, el país sólo es superado por Uruguay y Venezuela, a nivel sudamericano, ocupando el puesto 13 en el mundo.
“Este sobregiro por plástico debe llamarnos a la acción de forma más decidida, tanto a nivel de los hogares y comunidades, como también en cuanto a la implementación de medidas nacionales y globales. Chile, tras seguir una línea coherente y progresiva en materia de regulaciones para reducir la contaminación plástica, lamentablemente sufrió un revés este año con el retraso de la implementación de la siguiente etapa de la llamada Ley de Plásticos de un solo uso, enfocada en los establecimientos de comida”, señala Susan Díaz, vocera de WWF Chile.
“Sin embargo, siguen en alto las expectativas respecto a lograr un tratado mundial contra la contaminación por plásticos con regulaciones globales claras y vinculantes que prohíban y eliminen progresivamente los productos plásticos problemáticos y evitables, así como las sustancias químicas de preocupación, y que establezcan requisitos globales que garanticen que los productos plásticos restantes puedan reutilizarse y reciclarse fácilmente, además de propiciar mecanismos financieros robustos que apoyen una transición justa”, agregó Díaz.
El quinto periodo de sesiones para un Tratado Global contra la Contaminación por Plásticos (INC-5) se realizará en Corea del Sur en noviembre próximo.