Cerro Santa Inés es oficializado como santuario de la naturaleza

La determinación de esta iniciativa protege un área cercana a las 713 hectáreas (531 en Valparaíso y 182 en Coquimbo).

Cerro Santa Inés.

El pasado viernes fue oficializada a través de decreto supremo en el Diario Oficial la creación del santuario de la naturaleza cerro Santa Inés, el cual cuenta con un área de protección cercana a las 713 hectáreas (531 en Valparaíso y 182 en Coquimbo) y posee como objetivos de conservación especies del bosque hidrófilo de olivillo y esclerófilo de peumo, el lúcumo y hábitats de especies de flora y fauna.

La creación de esta iniciativa obedece a la definición comprometida en la Resolución de Calificación Ambiental N° 0176, de 14 de febrero de 2018, que calificó favorablemente el proyecto de Minera Los Pelambres denominado “Modificación parcial de las actividades de reforestación y enriquecimiento del PID-MLP y creación del área protegida Cerro Santa Inés para la conservación de la biodiversidad”. 

Sobre esta determinación de santuario de la naturaleza para el cerro Santa Inés, se refirió la ministra del Medio Ambiente, Carolina Schmidt, quien afirmó que «con esta publicación terminamos el proceso donde se oficializa el trabajo de protección efectiva de un sitio de gran relevancia ambiental, tanto por su diversidad, como por su alto endemismo. Estos atributos lo convierten en un verdadero ícono de la biodiversidad que debemos proteger, y que se suma a las más de 15,5 millones de hectáreas terrestres que ya hemos protegido como país”.

Quien también se refirió a esta oficialización fue el subsecretario de la cartera, Javier Naranjo, quien visitó el lugar y señaló que “el Cerro Santa Inés es un tesoro botánico y de fauna, donde la conservación debe ser clave para protegerlo, pero también es importante abrir la zona para que las personas conozcan y quieran ayudar a cuidar. Entre sus innumerables especies endémicas, varias se encuentran en peligro, como el Lúcumo chileno y la Flor del Águila; y otras en estado vulnerable como el Chagual, el Naranjillo y el Sapo de Rulo”.

Una de las características de la zona es que presenta especies de bosques relictos que son propios de la flora valdiviana. Estas son las últimas especies que quedaron como remanentes del ecosistema que existía anteriormente. Están presentes en muy pocos lugares costeros de las regiones de Valparaíso y Coquimbo. Entre ellos, destaca el olivillo (Aextoxicon Punctatum), que se mantiene gracias a la neblina costera y la topografía local.

Destaca, la presencia de bosques dominados por Pouteria Splendens (lúcumo), los cuales son parte de los elementos florísticos más relevantes del área. El lúcumo  posee una distribución restringida en las regiones de Valparaíso y Coquimbo, se encuentra clasificado en categoría de conservación En Peligro, y es la única especie en Chile de una familia exclusivamente tropical.

El área es hábitat de un considerable número de especies vegetales que se encuentran en las categorías de Conservación de “En Peligro” (EN) y “Vulnerable” (VU), entre ellas: el lúcumo chileno y Flor del Águila (Alstroemeria Pulchra) en Peligro, y el chagual (Puya Venusta) y Naranjillo o Huillipatagua (Citronella mucronata) como especies en estado Vulnerable.

En conjunto, de las 243 especies de flora presente en el sector, la flora endémica y nativa alcanza más del 75% con 100 y 83 especies, respectivamente; de las que 22 están clasificadas en alguna categoría de conservación.

En cuanto a la fauna, se ha registrado un total de 83 especies, 15 son endémicas y 65 nativas, y 25 están bajo una categoría de conservación. De estas últimas la totalidad de anfibios y reptiles se encuentran clasificados, y poseen un alto nivel de endemismo, como por ejemplo la lagartija nítida (Liolaemus Nitidus) Casi Amenazado y el sapo de rulo (Rhinella Arunco), Vulnerable, ambos endémicos de Chile.

La publicación en el Diario Oficial aquí.

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