Población de vertebrados se ha reducido a la mitad en los últimos 40 años

0
782

Rinoceronte negro, declarado extinto en su hábitat natural

 

CodeXverde: “En menos de dos generaciones, el tamaño de las poblaciones de animales vertebrados se ha reducido a la mitad”, resume Marco Lambertini, director general del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF), en el prólogo de la décima versión del informe Planeta Vivo, que analiza las poblaciones de vertebrados y la huella ecológica de los humanos en la Tierra.

 

El Indice Planeta Vivo (IPV), parte del informe lanzado este martes por la organización y que midió las tendencias poblacionales de 3.038 especies de vertebrados, presentó una disminución de 52% entre 1970 y 2010. Dicho índice -realizado con datos científicos sobre las especies para las que existe mayor información- muestra una disminución mucho mayor que las que se habían reportado en el pasado (30% en 2012), en parte, debido a una nueva metodología que busca ser más representativa de la biodiversidad global.

 

De acuerdo con el informe, en 40 años, la población de vertebrados terrestres cayó 39% por el impacto de la agricultura, el desarrollo urbano, la producción de energía y la caza, principalmente.

 

Los trópicos fueron los más vulnerables: mientras las poblaciones de zonas templadas disminuyeron 32% (6.569 poblaciones de 1.606 especies), el IPV tropical se redujo 56% (3.811 poblaciones de 1.638 especies). “Los países tropicales tienen mayor cantidad de especies y en esta edición tienen el peso acorde a la cantidad en relación al resto del mundo”, explicó Carlos Drews, director del Programa Global de Especies de WWF. “El declive de 52% es alarmante y Latinoamérica es donde más ha declinado, con 83%”, agrega.

 

La degradación del hábitat y la sobreexplotación han sido causas de la pérdida de biodiversidad en todo el mundo. En Latinoamérica, la sobreexplotación del tiburón es un ejemplo de mal manejo, pues han sido perseguidos sin buscar la sustentabilidad de una especie que se reproduce lento.

 

 

Huella ecológica

 

La demanda por espacio para actividades humanas ha aumentado en 50%. Se necesitan 1,5 planetas para vivir al ritmo actual.

 

Según el informe, la huella ecológica -que mide cuánta área de tierra y agua requiere una población para producir lo que consume y absorber sus desechos- alcanza las 2,7 hectáreas globales (hag), mientras el área disponible para ello (biocapacidad) bajó de 3,2 a 1,7 hag.

 

En la región, Chile es uno de los países cuya huella supera su biocapacidad, mientras en el resto de Latinoamérica aún hay países con una huella menor al promedio, como Cuba y Perú.

 

A nivel mundial, el CO2 emitido en la quema de combustibles fósiles ha sido el componente dominante de la huella ecológica por más de medio siglo y continúa en alza. En 1961, representaba el 36% de la huella total; en 2010, el 53%.

 

 

Chile exhibe leve mejoría

 

En el Informe Planeta Vivo 2014, si bien Chile mejoró levemente su posición en el ranking mundial de huella ecológica, pasando del puesto 50 al 56 entre 152 países, todavía este indicador, que alcanzó las 2,86 hectáreas globales (hag) por persona, sigue sobre el promedio mundial de 2,6 hag.

 

Esto significa que un chileno necesita 2,86 hag para mantener su estilo de vida, versus los más de 10 hag de Kuwait, el país con mayor huella ecológica del mundo, hecho que no es casual porque el 53% de este indicador depende, entre otros factores, de la huella de carbono, generada por la quema de combustibles fósiles que provocan el calentamiento global.

 

Por esta razón, Ricardo Bosshard, director de WWF Chile, valoró los recientes compromisos del país en la Cumbre del Clima en Nueva York, tendientes a disminuir estas emisiones en 20% a 2020. También dijo que para disminuir la huella serán claves la ley de biodiversidad y las decisiones que se tomen en el consejo consultivo 2050, convocado por el Ministerio de Energía, el próximo año.

 

WWF destacó en su reporte siete acciones de conservación global, una de ellas el trabajo que realiza la ONG junto acomunidades indígenas, la industria y el gobierno, para proteger uno de los ecosistemas marinos más importantes del mundo, en la zona de Chiloé, donde se alimenta la ballena azul.

 

 

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Ingrese su nombre aquí