INIA certifica que suelos agrícolas de Atacama tienen niveles normales de metales pesados

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CodeXverde: El Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA), dio a conocer los resultados de los análisis de suelos realizados en diversos puntos de Atacama, los cuales buscaban medir la cantidad de metales pesados y otros componentes potencialmente dañinos para el desarrollo de la actividad agrícola. El informe fue entregado por el director nacional de la Institución, Julio Kalazich, quien visitó la región para reunirse con el intendente Miguel Vargas y la seremi de Agricultura, Patricia Olivares, quienes analizaron en detalle el documento y sus alcances.

Kalazich destacó que los resultados fueron más positivos de lo esperado. “Podemos dar la buena noticia de que no hay factores contaminantes en los suelos. El principal problema es de tipo físico por los sedimentos arrastrados por el aluvión que están provocando problemas a la agricultura del valle de Copiapó”, afirmó Julio Kalazich

En tanto, la seremi de Agricultura, Patricia Olivares, sostuvo que los niveles de metales pesados, aparecen en rangos normales o cercanos a la norma chilena de referencia y son similares o menores a las muestras testigos de suelo tomadas en la zona”.

El informe titulado “Resultados físico-químicos caracterización de sedimentos ingresados a campos agrícolas Región de Atacama”, presentó los niveles de conductividad eléctrica, pH, contenido de materia orgánica, textura, metales pesados y micronutrientes de los suelos afectados en sectores como San Pedro, Chamonate, Nantoco y Alto del Carmen, entre otros. El proceso estuvo encabezado por los investigadores INIA Francisco Albornoz, Francisco Meza y Francisco Tapia, quienes realizaron trabajos de toma de muestras y análisis de laboratorio.

Según el texto, el principal problema de los terrenos agrícolas es de tipo físico, lo que dificultaría en algunos casos una readaptación rápida del suelo para volver a cultivar. En líneas generales, los contaminantes encontrados corresponden a los mismos compuestos presentes normalmente en la zona, tales como arsénico, cobre y manganeso.

En el informe se recomienda trabajar el material tratando de mezclar el terreno afectado con suelo original, regar lo antes posible con agua de riego y aplicar materia orgánica y sus equivalentes. En las próximas semanas, INIA presentará una propuesta para determinar la mejor alternativa  de conversión de este material en suelo, para uso de todos los agricultores afectados.