Un reportaje de Chilevisión y una carta denuncia publicada por El Ciudadano han generado un extenso debate en las redes sociales. El tema, la caza de caballos salvajes, o baguales, en la cordillera de Darwin, en Tierra del Fuego.
En la zona se encuentra la hacienda de Yendegaia, que consta de más de 38 mil hectáreas que pertenecían al conservacionista Douglas Tompkins, quien las donó al Estado de Chile a cambio de un predio en el Parque Nacional D’Agostino.
Entre los papeles de la donación de tierras, en julio de 2013, se encontraba un contrato entre la Fundación Yendegaia y el cazador Miguel Luis Serka Romero, que autorizaba a este último a cazar los caballos salvajes de la zona durante los próximos 4 años.
Las razones argumentadas para su caza son su estado de abandono, el deterioro del ecosistema y la transmisión de enfermedades a otras especies de la zona.
La información causó una inmediata respuesta de grupos animalistas, que están por proteger los caballos, matizada por quienes ven en esta especie introducida una amenaza a la flora y fauna nativa.
El ciudadano informó que consultado Víctor Osorio, ministro de Bienes Nacionales, dijo que no sabían nada del tema, y que este hecho ha provocado “la interrupción de los actos administrativos para consumar la firma de la donación hasta que no reciban una respuesta de la Fundación”.
Aquí presentamos algunos comentarios:
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Alejandro Farias · Top commenter · Comunicación AudiovisualIMPRESIONANTE, 38 mil hectáreas y los caballos son los que molestan…Otra más de la estupidez humana!