Viajeros se sacaron selfies, rayaron y cortaron a una ballena muerta en Magallanes

Una ballena azul apareció muerta en Punta Arenas por razones aún desconocidas. La actitud de quienes utilizaron el cadáver como un juguete causó indignación en las redes sociales y también de organizaciones medio ambientales.

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Fotografía de la Armada de Chile.

Una ballena azul quedó varada en el borde costero de Punta Delgada en la Región de Magallanes. Las razones de su muerte aún están siendo estudiadas, pero se cree que pudo haber sido causa de alguna enfermedad o por un golpe con una embarcación.

El ejemplar, de casi 21 metros, fue detectado por quienes esperaban el cruce de una barcaza. Al percatarse de la presencia de dicho animal, algunas personas decidieron sacarse fotos con su cadáver, además de rayarlo y cortarlo. Cuando llegó el personal marítimo al lugar, se constató que el mamífero estaba muerto y no presentaba señales de heridas que provocaran su muerte.

No obstante, las fotografías difundidas en redes sociales, que mostraban a dos mujeres encima del cuerpo de la ballena azul, además de los rayones y cortes en ésta, provocaron muchas críticas, particularmente en Facebook y Twitter. Organizaciones defensoras del medio ambiente, tales como Greenpeace, también lo catalogaron como «un acto insensible y repudiable».

«Las imágenes que hemos visto son muy tristes. No solo por la ballena azul que ha terminado varada, sino especialmente por la actitud de las personas ante una especie majestuosa y en peligro de extinción. Ver que han marcado la ballena con mensajes amorosos y que la gente ha disfrutado sacándose selfies es doloroso e indignante. Es una triste desmostración de que todavía hay personas que ven a los animales como seres infinitos y desechables», expresó Estefanía González, coordinadora de océanos de Greenpeace.

Para los investigadores, el hallazgo de esta ballena es una sorpresa, dado que es la primera de la que se tiene registro en esta zona del Estrecho de Magallanes. Efectivos de la Armada de Chile se pusieron al cuidado del perímetro donde fue encontrado el ejemplar con el fin de evitar que las personas se acerquen.

«Sería interesante que las autoridades, además de investigar las razones del varamiento, aclaren si es que uno puede hacer lo que quiera con un animal muerto», agregó la  coordinadora de océanos de Greenpeace.

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