En una ceremonia encabezada por el ministro de Agricultura, Carlos Furche, se dio inicio oficial al proyecto de restauración ambiental más importante de la zona central del país, que se realizará en el Jardín Botánico Nacional, de Viña del Mar, un espacio único de conservación de especies nativas y exóticas, que recibe casi 200 mil visitas anuales.
La iniciativa contempla la recuperación y reforestación de 250 hectáreas que se convertirán, a futuro, en un “Parque de las Aguas” abierto a la comunidad para fines educativos y de esparcimiento.
Proyectada a 10 años, la intervención se realizará en un sector degradado a causa de los incendios forestales, estrés hídrico y la intervención humana.
El proyecto significará una inversión en los próximos 3 años de un millón de dólares. Estará a cargo de la Fundación Jardín Botánico Nacional -que preside el ministro de Agricultura, Carlos Furche- y es apoyado y financiado por Coca-Cola Chile y sus socios embotelladores, en el marco de su programa de cuidado y recuperación del agua.
500 palmas chilenas
En su primera etapa, el proyecto incluye la plantación de casi 500 palmas chilenas recuperadas de distintas zonas de la región, así como la progresiva reforestación con casi 30 mil ejemplares de especies nativas de la zona central, como boldos, quillayes y peumos.
Asimismo, se realizarán distintas obras de conservación de suelos -entre ellas zanjas, diques y canales de desviación- para capturar las aguas lluvia e infiltrar las napas subterráneas. Actualmente, y debido al deterioro de los suelos, casi todas esas aguas escurren hasta el mar.
La segunda etapa apunta a la implementación del “Parque de las Aguas”, para lo cual se construirán caminos, miradores y zonas educativas que recorrerán gran parte del terreno. El objetivo es que el parque complemente al actual jardín en su rol recreacional y formativo.
Alianza público-privada
El proyecto comenzó a gestarse hace dos años, cuando la Fundación Jardín Botánico Nacional y Coca-Cola Chile decidieron sumar fuerzas con el objetivo de crear un nuevo espacio de conservación, en una región afectada por una creciente escasez de agua.
El proyecto ha significado un largo trabajo de planificación y organización, con la participación de ingenieros, agrónomos y arquitectos, tanto del jardín como de otras instituciones.
“Cuando estamos a punto de cumplir un siglo de vida, nuestra alianza con Coca-Cola nos permite proyectar el Jardín en su rol formativo, educacional y recreacional para los siguientes 100 años”, indicó Jorge Stambuk, secretario técnico del Jardín Botánico Nacional.
Para la empresa, este proyecto significa dar un paso muy importante en su meta de devolver a la naturaleza el 100% del agua que utilizan en sus bebidas y procesos productivos. Para ello desarrolla diversas iniciativas, desde protección de cuencas hidrográficas hasta apoyo en el acceso de las comunidades al agua potable.
“Este proyecto permitirá reponer al medio ambiente un promedio anual de más de 300 millones de litros de agua. Si sumamos la iniciativa que estamos desarrollando en el norte del país, en Alto Tarapacá, para 2017 estaremos reponiendo casi el 80% del agua que utilizamos en nuestras bebidas terminadas en Chile”, explica Diego González, gerente general de Coca-Cola Chile.