Una serie de jornadas de difusión in situ puso en marcha Conaf en la zona del Monumento Natural Quebrada de Cardones, en la Región de Arica y Parinacota, para resaltar los valores y las amenazas que enfrenta esta área silvestre protegida.
La acción estuvo enfocada en los turistas que habitualmente se detienen a observar los cactus candelabro de la zona, tiene a la vez el propósito de tomar el pulso al uso que se da al sector por parte de quienes transitan en el tramo aledaño de la ruta 11Ch y los visitantes que arriban vía tour operadores.
Carlos Nassar, jefe de Áreas Silvestres Protegidas, junto a Natalia Urrutia, bióloga y profesional de apoyo de la entidad, indicaron que “en materia de divulgación, la actividad buscó informar a los visitantes sobre los recursos de flora y fauna que existen en Cardones, y la importancia de este ecosistema enclavado en pleno desierto de altura, pero también dimos a conocer las amenazas que enfrenta el sector, principalmente por conductas inadecuadas de las personas”.
En este sentido explican que pudieron visualizar algunos problemas específicos que se están produciendo, tales como el deterioro que presenta el cactus más cercano a la carretera, donde los visitantes se toman la foto de rigor para el recuerdo, o también la improvisación de senderos para llegar hasta dicho punto. “Vamos a revisar cómo aminorar esto con alguna demarcación del ejemplar, que no impida su observación ni el uso de las cámaras, pero que permita su resguardo de un contacto más invasivo”.
Futura infraestructura
Actualmente Conaf ya cuenta con el proyecto arquitectónico para el lugar, y se espera ahora postular su construcción al FNDR 2017 para contar con una guardería y un centro de educación ambiental, más infraestructura complementaria como senderos peatonales y miradores. El conjunto permitirá la puesta en valor del área y la administración y protección de sus recursos.
El Plan de Manejo en tanto, ya tiene diferenciados los sectores de uso público de aquellos destinados a la preservación del cactus candelabro, la especie ícono del lugar, así como del ecosistema principal que lo alberga. Una vez que se logre equipar y administrar el área, se espera sea un punto clave en la ruta patrimonial regional, dada su ubicación en el límite entre las provincias de Arica y Parinacota lo que ha permitido nombrarla como “la puerta de entrada al altiplano”.
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