En Chile existen más de 30 mil especies nativas, varias de ellas se encuentran clasificadas como vulnerables, en peligro de extinción o en peligro crítico según el Reglamento de Clasificación de Especies Silvestres.
Aunque la población comúnmente asocia este estado de vulneración a animales como el huemul, el zorro culpeo o la chinchilla cordillerana, lo cierto es que hay pequeñas especies que han sido menos percibidas pero que también están en una lucha por no desaparecer.
Tal es el caso de más de 50 especies de reptiles que se encuentran en algún grado de peligro, y un gran ejemplo de esto es el lagarto gruñidor (Pristidactylus), especie endémica que habita en la zona central del país. Se le llama así debido al sonido que emite producto de la expulsión violenta de aire. Los gruñidores se reconocen por el largo de su cola que alcanza a ser 1,5 más larga que su propio cuerpo, además de su cabeza, que suele ser muy voluminosa.
Existen cuatro tipos de gruñidores, tres de ellos en peligro de extinción: de Álvaro (P. Alvaroi), de Valeria (P. Valeriae) y de “El volcán” (P. Volcanensis). Los dos primeros habitan en los bosques de robles y bosque esclerófilo cordillerano de la costa de las regiones de Valparaíso, Metropolitana y de O´Higgins, mientras que el último es endémico de la Región Metropolitana, habita sectores rocosos con matorral y también en quebradas del bosque esclerófilo de la Cordillera de los Andes.
Este desconocido reptil endémico se considera muy beneficioso para la mantención del equilibrio de los ecosistemas naturales y por ello se ha prohibido su caza o captura, regulación jurídica que no ha sido suficiente, por ello el Ministerio del Medio Ambiente impulsó el Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de Especies (RECOGE), un instrumento que busca establecer objetivos y acciones específicas que permitan recuperar, conservar y manejar la especie del lagarto gruñidor.
De esta forma, la Seremi del Medio Ambiente RM lideró el grupo de elaboración del Plan RECOGE del Gruñidor en la RM, donde participan actores tanto del sector público como el privado, universidades e investigadores independientes. A través de sesiones ampliadas, que se iniciaron en noviembre del año 2018, se ha trabajado por encontrar estrategias óptimas para avanzar en un documento que ayude a que los gruñidores de la zona central no desaparezcan en un futuro próximo.
Al respecto, el seremi del Medio Ambiente RM, Diego Riveaux, expresó “se busca que el lagarto gruñidor mejore su estado de conservación y para eso se está trabajando en un Plan que incluya el control y mitigación de las amenazas que afectan a esta especie, a la vez, que se le entregue una protección efectiva. Esto último se logra con una mejor coordinación de las distintas instituciones del Estado y el involucramiento del sector privado y la sociedad civil, lo que hemos logrado en estos meses de trabajo, porque al final lo que buscamos todos es la conservación de la biodiversidad y aportar al desarrollo sustentable de la Región Metropolitana”.
El proceso de confección de la propuesta del plan, está en su fase final, para iniciar prontamente la Consulta Pública de dicho documento, en la que cualquier ciudadano podrá presentar sus observaciones a la propuesta. Luego de este proceso, el documento pasará al Comité de Ministros para la Sustentabilidad y Cambio Climático, para su aprobación y publicación.
