Pienso, por lo tanto, reciclo

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Créditos: UCM.

Cada día que me ha tocado salir a la calle, en el contexto de esta pandemia, he visto un triste escenario, no sé si será que las calles están más vacías o que presto mayor atención al entorno, pero hay mucha basura acumulada en todos lados y me pregunto: ¿Será que no hemos aprendido nada? ¿Será que no vamos aprender? ¿Qué más debe pasar para aprender a cuidar nuestro único hogar, la tierra?

Está semana celebramos el Día Internacional Del Reciclaje y me gustaría poder concientizar a los demás de la importancia de hacer de éste un hábito. Es fundamental entender que en esta práctica tenemos la clave para prevenir mucho de los “males” de nuestro planeta y contribuir a proteger el medio ambiente.

Pequeños cambios traen grandes beneficios para el planeta, entre los que podemos encontrar, disminución de la contaminación; ahorro de recursos como energía, dinero y materiales; reducción del volumen de basura; reducción de la deforestación y mayor conciencia y responsabilidad social, entre otros.

En este contexto, es esencial entender que si queremos que los adultos del futuro reciclen sólo hay que hablarles a los niños sobre la importancia de hacerlo e inculcar el comportamiento para convertirlo en un hábito, lo que no sólo contribuirá a mejorar el planeta, sino que los educará en el respecto y el cuidado del entorno.

Pero, ¿Cómo interiorizar a los niños en el reciclaje? Primero, creo que es importante actuar como adultos-consumidores conscientes, pensar si será necesario adquirir el producto antes de comprar; luego es preciso concientizarlos de producir la menor cantidad de basura posible, procurando reutilizar los objetos, aprovechando algunos desechos para otro uso (residuos orgánicos como abonos para plantas), rechazar los productos que pasan por nuestras manos un mínimo periodo de tiempo y luego del cual se usan y botan (bombillas, vasos plásticos, bolsas, entre otros) y, segundo, inculcar a los niños el respeto y amor por la naturaleza y el cuidado del medio ambiente.

Por otro lado, es necesario educar en cómo separar los residuos por categorías para reciclar, para lo que se necesitarán varios recipientes y enseñar a los niños a distinguirlos y utilizarlos (el 90% de la basura generada en los hogares es reciclable). Además, es necesario ser riguroso y metódico a la hora de reciclar, de esta manera se le puede transmitir a los niños que el reciclaje es algo realmente importante y no debe tomarse a la ligera.

Y, finalmente, para simplificar el proceso hay que evitar que los desperdicios se mezclen con otro tipo de basura, esto quiere decir que hay que tener presente la idea del reciclaje desde el momento que se genera la basura.

Teniendo los comportamientos antes descritos en el hogar se podrá conseguir educar a los niños, que desarrollen una conducta responsable con el fin de que en un futuro sean adultos comprometidos con el medio ambiente y que conciban el reciclaje como un hábito totalmente natural.

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