El deshielo del escudo protector que cubre el oeste de la Antártida sería ya irreversible, concluyeron dos nuevos estudios realizados por las universidades de Washington y California.
El glaciar Thwaites, que acaba en el mar de Amundsen y que, como soporte de las masas de hielo vecinas, es decisivo para la Antártida occidental, podría desaparecer entre los próximos 200 y 1.000 años, en función del ritmo de deshielo, asegura un equipo de investigación de la Universidad de Washington en Seattle, dirigido por Ian Joughin. La causa es el calentamiento global.
El estudio se basa en nuevas simulaciones por computadora que fueron presentadas en la revista especializada «Science». Como consecuencia del rápido deshielo, el nivel del mar en el mundo está subiendo unos 60 centímetros. Sin embargo, una desaparición total del «escudo de hielo» del oeste de la Antártida provocaría una subida del nivel de las aguas de entre tres y cuatro metros.
Los investigadores utilizaron imágenes, mediciones y datos de radares y satélites para vaticinar cómo evolucionará el glaciar en el caso de futuros deshielos de diversa intensidad. En la hipótesis de una tasa baja de derretimiento, el glaciar podría existir aún un milenio, pero los datos de los últimos 18 años parecen indicar más bien un colapso rápido en un plazo de 200 a 500 años.
Los datos recabados en las últimas cuatro décadas parecen indicar que los seis glaciares que terminan en el mar de Amundsen podrían haber sobrepasado ya el punto para hacer reversible el proceso de su deshielo, escribió también un equipo de la Universidad de California en Irvine, en la revista «Geophysical Research Letters». Sólo el hielo de esos glaciares podría hacer subir el nivel del mar en unos 1,2 metros.
Fuente: El Clarín (Argentina)