Hoy comienza el fondeo de 15 sismógrafos submarinos en la zona norte del país, entre Arica y Tocopilla, en el marco de un proyecto de colaboración entre la Universidad de Kiel de Alemania y expertos del Departamento de Geofísica de la Universidad de Chile.
La Armada de Chile, con el buque OPV “Toro” cumplirá la tarea de trasladar los equipos, el personal técnico y apoyar las maniobras de fondeo de los estos instrumentos, que proveerán datos relevantes para el Centro Sismológico Nacional (CSN).
La tarea considera instalar 4 a 5 instrumentos por día, que permanecerán un año en el fondo del mar. La idea es que estos sismógrafos submarinos comiencen a registrar información de manera inmediata.
Los instrumentos se sumergirán a profundidades que varían entre 1.000 y 7.000 metros, con la ayuda de pesos de profundidad, sin usar ningún tipo de cable hacia la superficie. Después de un año, los equipos serán recuperados enviándoles una señal acústica que los libera de los respectivos pesos. Una vez recogidos los instrumentos, recién se podrá analizar la información. Es decir, la data no estará disponible en tiempo real, sino que una vez se hayan recuperados los instrumentos. De ahí que esta iniciativa no contribuye inmediatamente desde el punto de vista de la Alerta Temprana.
El pasado 1 de abril, el norte de Chile registró un sismo de magnitud 8,2 Richter, que se extendió aproximadamente 170 kilómetros, entre Pisagua e Iquique. Esta sismicidad está asociada, principalmente, al contacto entre la placa de Nazca y la Sudamericana. Sin embargo, existe una leve posibilidad que haya ocurrido un terremoto en la parte superficial de la placa Sudamericana bajo el mar. Hasta ahora, toda la actividad sísmica bajo el mar, se monitorea con instrumentos ubicados en tierra, lo que entrega una visión “borrosa” de dónde están ocurriendo los temblores. Si bien la sismicidad ha bajado, aún existe, por lo tanto es necesario registrar lo que está sucediendo, a través de este sistema. Con los sismógrafos submarinos, esa visión se amplía y ayuda a caracterizar mejor el área de ruptura.
Fuente: www.elboyaldia.cl
