Avanzar en la implementación de soluciones innovadoras que permitan elevar la valorización de arenas de descarte y escorias provenientes del proceso productivo del sector fundiciones, es el principal desafío del tercer Acuerdo de Producción Limpia que suscribieron el Consejo Nacional de Producción Limpia y la Asociación de Industrias Metalmecánicas y Metalúrgicas (Asimet).
El sector inicia este acuerdo de carácter nacional con la adhesión de 14 empresas y se espera llegar a un total de 19. Convoca además a los Ministerios de Economía, Energía, Medio Ambiente y Salud, Dirección General de Obras Públicas y Corfo, entidades que brindarán apoyo técnico y validarán las acciones propuestas en el APL.
Con el Acuerdo, se busca reducir los costos en materia prima mediante la reutilización de arenas y escorias en la fundición, logrando además ahorros asociados a transporte y disposición final por menor generación de residuos. Asimismo, las empresas esperan reducir su consumo energético y beneficiar al medio ambiente con la disminución de emisiones de material particulado y compuestos orgánicos volátiles. Con estas acciones, la industria de la fundición persigue reducir su huella de carbono.
La subsecretaria de Energía, Jimena Jara, valoró el interés del sector por mejorar en un 5% el indicador de desempeño energético, considerando que el consumo de energía eléctrica es uno de los aspectos más gravitantes del proceso productivo de las fundiciones.
Escorias, desafío del APL
Si bien en el segundo Acuerdo del sector se avanzó en identificar alternativas de valorización para arenas y escorias, a la fecha prácticamente ninguna de ellas ha podido ser implementada e incluso hay pocas opciones de eliminación autorizadas de estos residuos. Es por ello que el tercer Acuerdo del sector Fundiciones tendrá foco en evaluar las diferentes posibilidades de valorización de estos residuos, con el interés de potenciar el carácter sustentable del sector y su rol como reciclador.
En ese sentido, ya se inició un trabajo conjunto con la Dirección de Obras Públicas para generar subproductos orientados a la construcción de obras viales, donde es posible su aplicación como bases y subbases de carreteras así como en la capa de rodaduras. Como beneficio, las empresas buscan alcanzar ahorros en costos de disposición final de residuos, en consumo energético y reducción de emisiones.
