Solo en fotos pudo apreciar la intendenta de Arica y Parinacota, Gladys Acuña, al picaflor de Arica (Eulidia yarrellii) en visita realizada junto a Conaf al valle de Azapa. Incluso en el mismo Santuario del Picaflor, que mantiene la ariqueña María Teresa Madrid en el kilómetro 14 del valle, ya es muy difícil avistar al ave símbolo de Arica.
El lugar fue elegido simbólicamente por la entidad administradora de las áreas silvestres protegidas del país para mostrarle a la autoridad regional la urgencia de llevar adelante la creación de una red de micro-reservas silvestres para revertir el crítico estado de conservación de esta especie, reconocida como el ave más pequeña de Chile.
Por su parte el director de Conaf Región de Arica y Parinacota, Guillermo Cisternas, explicó que “estamos contra el tiempo con este desafío, ya que la última estimación poblacional de parte de Aves de Chile, informa de 548 ejemplares, y se cree que siguen a la baja; por eso ya casi es imposible avistarlo ya sea aquí en Azapa o en la misma ciudad de Arica. Para revertir la situación se requieren acciones concretas como lo es el generar o re-crear hábitats para la especie”.
“Nosotros tenemos identificados alrededor de 28 lugares, públicos y privados. Vamos a insistir con Chaca, que es un lugar público, y donde queremos crear nuestra primera micro-reserva para la conservación del picaflor. La idea es ir sumando otros puntos a lo largo de la región”. Otros lugares que encabezan el listado son Pampa Gobernador, en el valle de Azapa y Puquios que forma parte de la quebrada del lecho del río en la parte alta”.
El directivo de Conaf hizo asimismo un llamado a no usar plaguicidas en forma indiscriminada y a no exterminar la vegetación nativa, por lo importante que es para la nutrición de la especie. Sus palabras las corroboró con su conocimiento y experiencia la Hija Ilustre de Arica, María Teresa Madrid, quien comentó que “el valle ha cambiado mucho y cada vez hay menos picaflor de Arica, por la falta de insectos y plantas nativas que ellos usaban”. Otras amenazas para la especie son la tala de árboles, las quemas agrícolas y por ende la discontinuidad de ambientes propicios.
