“Creo que la encíclica (revisa un extracto) tendrá un impacto muy importante”, dijo la semana pasada la directora de la secretaría de Cambio Climático de la ONU, Christiana Figueres, luego de asegurar que “el Papa Francisco está personalmente comprometido con este tema (el cambio climático) como ningún otro Papa antes”.
Pero no todas son alabanzas al Pontífice en esta materia. Sectores que cuestionan el cambio climático en EE.UU. han llevado a cabo un intensa campaña contra la encíclica. Es el caso de Joseph Bast, presidente del Heartland Institute, quien sostiene que “aunque el corazón del Papa está seguramente en el lugar correcto, le hará un pobre favor a sus fieles y al mundo si pone su autoridad moral al servicio de la agenda no científica de Naciones Unidas sobre el cambio climático”. En la página web del centro de estudios con base en Chicago se señala que “se envió a Roma a un grupo de científicos para informarle al Papa la verdad del cambio climático: no hay una crisis de calentamiento global”.
“Esto es una cosa ridícula, completamente”, responde a las críticas el arzobispo argentino Marcelo Sánchez Sorondo, canciller de la Pontificia Academia de las Ciencias. A su juicio, muchos de los ataques han sido suscritos por compañías petroleras o influenciados por intereses conservadores norteamericanos, incluido el Tea Party.
Foreign Policy recordó que a fines de septiembre el Papa viajará a EE.UU., en su primera visita al país como jefe de la Iglesia Católica. Allí hablará ante el Congreso, donde enfrenta al reto de convencer a los republicanos que se oponen a legislar para disminuir las emisiones contaminantes.
Fuente: La Tercera
