La eliminación de los malos olores de las aguas servidas con a incorporación de enzimas al proceso y la construcción de una nueva planta de tratamiento antes de 2016, fue la propuesta que realizó a la autoridad competente la Cooperativa de Servicios Sanitarios Maule, propietaria de las piscinas de aguas servidas de la comuna.
La propuesta considera acciones a corto y largo plazo y el cronograma de trabajo fue presentado a la Superintendencia de Servicios Sanitarios de Maule, que realizó observaciones menores y exigió que la nueva planta se concrete a finales del 2015. La SISS instruyó a los representantes de la Cooperativa de la Comunidad Maule Ltda. un cronograma de obras de mejoramiento inmediato a su sistema de tratamiento de aguas servidas, el cual no da cumplimiento con el DS N°90/00, y que ha generado un impacto negativo a la comunidad que vive en la zona, principalmente por los malos olores.
Las acciones de corto plazo se refieren a la aplicación de enzimas que disminuyen los malos olores y mejoran la calidad de la descarga de aguas servidas en los afluentes superficiales. “Lo segundo es que ellos nos presentaron un cronograma de obras para reformular la planta de tratamiento que tienen, la construcción de la nueva planta debería estar lista a lo menos en 18 y 20 meses, explicó Juan Carlos González, jefe de la oficina regional de la SISS.
La idea es cerrar las actuales piscinas, con poca mantención y dañadas por el terremoto de 2010. El proyecto consiste en cerrar las lagunas actuales e instalar reactores que permitan un tratamiento efectivo de las aguas servidas. La inversión se estima en mil millones de pesos. De no cumplir el programa, la empresa arriesga la caducidad de la concesión
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