Una vez que el Segundo Tribunal Ambiental de Santiago rechazó una reclamación de Sernageomin, hito que tuvo lugar el pasado 22 de julio, se reanudó el trámite ambiental de la central Cuervo.
Se trata de una central hidroeléctrica de 640 MW, de propiedad del consorcio Energía Austral, que integran el grupo minero suizo Glencore y la australiana Origin Energy. Es, a su vez, el mayor proyecto hidroeléctrico de la región de Aysén, quedando en esa condición luego que el año pasado el Gobierno retirara el permiso ambiental de HidroAysén.
El próximo paso será esperar la resolución del Comité de Ministros, que debería reunirse antes de fin de año y que decidirá el destino de esta iniciativa. Así lo confirmó a diario Pulso el ministro del Medio Ambiente, Pablo Badenier, quien aseguró que aunque el Gobierno respalda el desarrollo de un recurso propio y sustentable, como la hidroelectricidad, debe velar por que los proyectos cumplan con toda la normativa. Por ello, no es posible anticiparse a la decisión que tomará el cónclave ministerial.
Aún así, el precedente es complejo, pues HidroAysén inundaba 5.910 hectáreas de la región de Aysén, mientras que Cuervo considera una superficie de inundación incluso mayor, de 5.924 hectáreas, aún cuando la potencia instalada es sustancialmente menor, 640 MW versus 2.750 MW del fallido proyecto de Endesa y Colbún.
Actualmente, el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) analiza 11 recursos de reclamación, que fueron presentados en contra de la RCA que calificó favorablemente el proyecto Cuervo en septiembre de 2013. Además, el departamento de Recursos de Reclamación del SEA está realizando el análisis técnico-jurídico para la elaboración de una propuesta al Comité de Ministros.
Una vez que conteste la totalidad de los servicios públicos, el Comité de Ministros tendrá luz verde para someter a evaluación la iniciativa. “El plazo otorgado a los servicios vence en agosto. No obstante ello, es posible que este plazo se extienda si los servicios así lo requieren para entregar su respuesta”, aclaró el ministro Badenier.
“Yo he señalado que Chile no puede renunciar a la hidroelectricidad, porque el país tiene ventajas comparativas en ese sentido, y que es perfectamente posible presentar proyectos de este ámbito en Aysén. Pero también que los proyectos que no consideren todos los impactos que generan y no presenten medidas de mitigación, reparación y compensación apropiadas van a ser rechazados”, añade el titular de Medio Ambiente, Pablo Badenier.
Fuente: Pulso