El Centro de Despacho Económico de Carga del Sistema Interconectado Central (CDECSIC) notificó a las ocho principales centrales termoeléctricas del sistema sobre el inicio de una auditoría en una serie de parámetros. Entre estos figura el mínimo técnico -entendido como la potencia mínima con la cual una generadora puede operar en forma permanente, segura y estable, inyectando su producción al sistema de forma continua-, el tiempo de partida en frío, tiempo de estabilización, lapso mínimo fuera de servicio, costo de partida y restricciones de partidas máximas por período.
Así consta en el sitio web del organismo, donde figuran las cartas de notificación para Endesa por sus centrales Bocamina I y II, y San Isidro I y II; para Colbún por sus centrales Santa María y Nehuenco I y II; y AES Gener por Nueva Renca. En total, estas plantas generan 2.774 MW, y equivalen al 17% de la potencia instalada del SIC y al 34% de la potencia térmica instalada de ese sistema.
Consultado el CDECSIC, señaló que estas revisiones forman parte del plan de auditorías técnicas definidas por el organismo para 2016, «y lo que buscan es verificar y contrastar los parámetros informados por las empresas propietarias de estas unidades generadoras térmicas, con el objeto de buscar mayor flexibilidad en la operación del sistema, permitiendo de esta forma un mayor aporte de generación de Energías Renovables No Convencionales (ERNC), la cual es energía eficiente, de bajo costo, y que se prevé irá en aumento en el futuro». El organismo añadió que esperan que las conclusiones estén listas en los próximos tres o cuatro meses.
Pugna entre fuentes
Las centrales térmicas durante el día se mantienen en condición de mínimo técnico para que inyecten las ERNC, que son intermitentes y que si no entregan su energía al momento de la generación, la pierden. Sin embargo, cada termoeléctrica tiene distintos mínimos técnicos según su fabricante. Por eso, el CDEC revisará que los valores que declaran como mínimos sean reales. En este contexto, mientras más alta sea esta condición para una térmica, más energía inyecta y, por ende, menor es su merma cuando opera en esos niveles.
Esto ha generado un conflicto que ha escalado hasta el panel de expertos del sector eléctrico, dicen fuentes del sistema, puesto que las térmicas acusan que ellas deben pagar la mayor flexibilidad para el ingreso de las renovables no convencionales.
Flexibilidad del sistema
En el mercado cuestionan que las energías convencionales deban costear la flexibilidad que se necesita para que operen las ERNC.
Fuente: Economía y Negocios