Con la esperanza puesta en EE.UU. y China para fijar cifras concretas respecto a la financiación y bajo un fuerte dispositivo de seguridad que tiene blindada la capital peruana, la cumbre de Lima llega a su ecuador y se prepara para recibir a las altas representaciones de cada delegación. El objetivo es que el viernes esté preparado sobre la mesa un borrador que sirva de base al acuerdo global que deberá firmarse en París en 2015 para reducir las emisiones de dióxido de carbono y que sustituya al Protocolo de Kyoto.
En Lima se mezclan estos días dos sensaciones: optimismo tras los primeros pasos dados por Pekín y Washington, los 2 grades contaminantes del planeta, maniatado al mismo tiempo por la prudencia que deja el historial de varias cumbres pasadas consideradas «decisivas» y que se quedaron en papel mojado.
Las exigencias de los países en desarrollo respecto a la financiación para hacer frente al cambio climático , es el gran asunto a resolver: su petición se tradujo en la creación del llamado Fondo Verde, que días antes del comienzo de esta cumbre de Lima sumaba casi 10.000 millones de dólares, aún muy lejos del objetivo establecido en 100.000 millones de dólares anuales a partir de 2020.
Pero a la espera de un acuerdo en este campo, Lima ya puede presumir de menores medallas: siete países de América Latina se comprometieron este domingo a reforestar 20 millones de hectáreas de tierras degradadas en los próximos 7 años.
Fuente: http://www.espanol.rfi.fr
