El superintendente de Servicios Sanitarios, Rolando Bruna, informó en el Senado, que se iniciaron dos investigaciones contra la empresa sanitaria Essal, por eventual falta de mantención y descargas no autorizadas. Esto, luego de que la firma fuera demandada por la comunidad de Puerto Varas, por supuesto vertimiento de aguas servidas sin tratamiento en el lago Llanquihue.
La autoridad indicó que “la empresa arriesga cerca de $ 1.000 millones en posibles sanciones; pedimos medidas de inversión y de gestión aplicables de manera inmediata, como aumentar capacidad de bombeo y que haya un expediente claro, con respaldo eléctrico”.
En tanto, el ministro de Medio Ambiente, Marcelo Mena, señaló que “al parecer las descargas son permanentes, porque no se ha visto lluvia en días recientes; la empresa presentó una propuesta de cambio estructural para tres años, pero la autoridad pidió otras inmediatas, para el próximo año”.
El ministro señaló que se debe evitar declarar zona de saturación, a lo que el alcalde de Puerto Varas, Ramón Bahamonde, dijo que “no queremos provocar alarma, pero aquí se debe reconocer el daño ambiental por mala gestión. No puede existir caducidad de lo sucedido. El lago está en riesgo de contaminación”.
