Monitoreo del río Cruces permite estudiar el hallazgo de los cisnes muertos

Hace 14 años el investigador de la Universidad Austral de Chile Eduardo Jaramillo estudia y analiza el sistema en el Santuario de la Naturaleza.

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Humedal Río Cruces

Los cadáveres de una serie de cisnes de cuello negro fueron las evidencias que guardafaunas de Conaf encontraron hace unas semanas en el Santuario de la Naturaleza Río Cruces y Chorocamayo y que daban cuenta que algo especial estaba ocurriendo en el humedal.

Según recordó el Dr. Eduardo Jaramillo, académico e investigador del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Universidad Austral de Chile, esto permitió que los investigadores del Programa de Monitoreo Ambiental del Humedal, que la UACh realiza en dicho espacio, aumentaran la frecuencias de salidas a terreno a fin de monitorear la situación que daba cuenta del ataque de lobos marinos a los cisnes de cuello negro.

“A fines de julio, los guardafaunas de Conaf y el encargado de la administración del santuario, el biólogo marino Mario Maturana, nos informaron que habían observado ataques de lobos a cisnes. El equipo del Programa de Monitoreo del Humedal Río Cruces redobló los esfuerzos en salir a terreno, para lograr una evidencia audiovisual de lo que estaba ocurriendo”, detalló Jaramillo.

En los recorridos por el humedal -explicó- fueron encontrados muchas carcasas de cisnes con grandes desgarros en la parte abdominal, “muchos para lo que se conocía anteriormente, pero puede que sea poco para la abundancia de cisnes que hay en el lugar”, aseguró el académico.

Tras su detección, los cadáveres fueron fotografiados y guardados para su conservación y posteriores análisis post mortem o necropsias, las que este viernes fueron realizadas por el Dr. Enrique Paredes, patólogo animal de la Facultad de Ciencias Veterinarias.

Primeros indicios

A través de exámenes visuales, el Dr. Jaramillo detalló que observaron que habría un primer desgarro y después mordidas en los músculos pectorales, donde en muchos casos se observan huellas de colmillos. Lo anterior, explicó, “nos hace pensar que los lobos sí se están alimentando de los cisnes, conclusión compartida por el Dr. Paredes. Si es por hambre -es una hipótesis- podría ser porque no hay suficiente alimento en los lugares donde ellos se ubican, que es en la Feria Fluvial y si es que estos lobos provienen de ese lugar”, explicó Jaramillo.

Específicamente, la gran mayoría de los cisnes muertos han sido encontrado sin los órganos internos de la cavidad abdominal.

Respecto a la edad de los lobos marinos observados, el académico aclaró que si bien no hay aun evidencias suficientes, los lobos que atacan a los cisnes son ejemplares juveniles o subadultos, según dan cuenta los registros audiovisuales.

Situación actual

A la fecha serían más de 70 los cisnes que han muerto producto de ataques en el humedal. No obstante, el académico hipotetiza que si la situación persiste, “existe una alta probabilidad de que los cisnes se trasladen a otros sectores donde no tengan una amenaza como la del lobo en Valdivia”, dijo.

Finalmente, el Dr. Eduardo Jaramillo fue enfático en señalar que es necesario realizar monitoreos tendientes a despejar dudas respecto al comportamiento del lobo, para que los organismos competentes tomen a la brevedad decisiones informadas en cuanto a las acciones que se deban adoptar.

Para ello, investigadores del Programa Monitoreo del Humedal siguen realizando muestreos en terreno, algunos de los cuales se han realizado en conjunto con el administrador del santuario y los guardafauna de Conaf, con quienes el equipo de la UACh mantiene estrecha colaboración.

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