Hasta hace 42 años, el «Tren Elquino» unía a 13 localidades interiores entre La Serena y Vicuña. Pero el ocaso y la posterior desaparición del servicio significó que esos poblados quedaran confinados por el río Elqui, muy lejos de la Ruta CH-41, que pasó a ser la principal vía de comunicación entre los pueblos y ciudades del valle.
Hoy, esa vía es usada por siete mil vehículos al día y es recorrida por unos 300 mil visitantes, que cada año llegan al fértil valle de cielos limpios, en busca de descanso, trekking y observaciones astronómicas.
Villorrios como Altovalsol, Las Rojas y Marquesa, que quedaron ajenos al ajetreo turístico, ahora tendrán una nueva oportunidad para recibir visitantes, los que llegarán por el antiguo trazado del «Elquino», que funcionó entre 1884 y 1975.
Se trata de la iniciativa Elqui Pedaleable, que busca reactivar los 90 kilómetros de la franja que ocupó la vía férrea -que en algunos tramos fue robada-, para transformarla en un paseo que potencie tanto la conexión de esas localidades como el turismo.
Del tramo total, ya se inició la habilitación de los primeros 8 km, entre El Molle y El Almendral, que podrán ser recorridos a pie o en bicicleta. El impulsor de la iniciativa es la Corporación Pedaleable, la misma que convirtió un tramo de la ribera del río Mapocho en una ciclovía.
«Es un lujo tener un proyecto como Elqui Pedaleable, en el que se juntan la protección de la biodiversidad, el patrimonio cultural y el transporte sustentable. Esperamos que sea un proyecto duradero y se convierta en una de las joyas turísticas de la región», afirma el ministro del Medio Ambiente, Marcelo Mena, luego de destinar $30 millones del Fondo de Protección Ambiental (FPA) al proyecto, que además informará a los visitantes sobre la rica biodiversidad existente en el tramo, conformado por quebradas y humedales.
La encargada del proyecto, Jimena Hevia, destaca que será la «primera y más extensa vía verde del país», y aportará «al desarrollo de la zona, ya que los vecinos podrán ofrecer servicios como alojamientos y alimentación, con la venta de queso de cabra, dulces y aceites de oliva.
El segundo tramo que se habilitará será Gualliguaica-Vicuña, que circunda las aguas del enorme embalse Puclaro, centro de deportes náuticos y balneario natural de los vicuñenses. Desde Vicuña al tranque son 60 minutos en bicicleta y dos horas a pie. «Aún no se aprovecha el potencial de Gualliguaica, porque está a cuatro kilómetros de la carretera y falta infraestructura. Conectándolo por el antiguo ramal podríamos hacer que la gente que se aloja en Vicuña recorra de forma segura el tramo hacia Puclaro», explica Hevia.
FINANCIAMIENTO
Se ha conversado con municipios y privados para que aporten recursos para el resto de los tramos.