La muerte de 180 mil salmones, en esa zona de la Región de Aysén, alertó al grupo de científicos sobre la presencia de floraciones de algas nocivas, que también afectan a los cetáceos.
Un grupo de científicos se encuentra investigando las aguas del Golfo de Penas, en la Región de Aisén, para establecer las causas de distintos varamientos de ballenas ocurridos en los últimos años, así como la muerte de otras especies, entre las que se cuentan, salmones.
De hecho, fue la pérdida de 180 mil salmones que eran transportados desde Punta Arenas a Puerto Montt, lo que encendió las alarmas, ya que el barco que los llevaba, renovó sus estanques de agua en el Golfo de Penas y posteriormente se produjo la muerte masiva.
A bordo del patrullero «Ortiz» de la Armada, partieron desde Puerto Montt a la zona, Mauricio Ulloa, jefe de la Unidad de Rescate y Conservación del Sernapesca, acompañado por el doctor Iván Pérez y el oceanógrafo Nicolás Mayorga, ambos de la Universidad de Los Lagos; además del biólogo marino y doctor en ecología Rodrigo Vera del Instituto de Fomento Pesquero (Ifop) y Natalia Toledo, veterinaria del Sernapesca.
«Se monitorearon las condiciones físicas del agua: temperatura, salinidad, oxígeno y fluorescencia, que es la medida relativa a la abundancia de la microalga, en la columna de agua», explicó Iván Pérez de la Universidad de Los Lagos, en entrevista con El Mercurio.
En su recorrido por la zona del Golfo de Penas, se encontraron con tres ballenas muertas, a las que se les tomaron muestras de ADN.
Las muestras fueron enviadas a las universidades Católica de Valparaíso y De Los Lagos. Según Mauricio Ulloa, del Sernapesca, se busca la relación con el florecimiento de microalgas nocivas (FAN) como Alexandrium catenella, Pseudo-nitzchia o Karenia sp. Sus conclusiones serán presentadas ante el comité científico de la Comisión Ballenera Internacional, en junio próximo.
Fuente: Soy Chile.
