Estudio: ‘Si Chile mantiene su modelo de expansión energética será el país más contaminante de América Latina’

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Si Chile mantiene su modelo actual de expansión de la matriz energética -dominado por la termoelectricidad y fundamentalmente el carbón- se convertirá en pocos años en el más grande contaminador per cápita en América Latina y se ubicaría por encima de la mayoría de los países europeos, lo que afecta gravemente su competitividad a nivel mundial.

 

Esa es una de de las conclusiones principales del estudio Imaginando un Chile Sustentable, que fue elaborado por investigadores del National Resources Defense Council (NRDC) de EEUU y de Berkeley University.

 

El trabajo, en el que participa también la Asociación Chilena de Energías Renovables (Acera) y que fue presentado entre martes y jueves de esta semana al CDECSIC, CDEC-SING, Comisión Nacional de Energía (CNE) y al Ministerio de Energía, utiliza un sistema de modelación de expansión de capacidad de largo plazo denominado SWITCH, que fue usado en el ejercicio analiza distintos escenarios sobre la evolución de la red eléctrica nacional desde 2011 y hasta 2031.

 

Según el documento, en un escenario sin cambios (BAU, por la abreviación de Businessas- usual) respecto del esquema actual de expansión del sistema eléctrico, Chile verá “un aumento en su perfil de riesgo y el incumplimiento con su compromiso internacional del 20% de reducciones de gases de efecto invernadero para el año 2020”.

 

En ese panorama, la energía generada por las centrales de carbón subiría del 25% en el 2014 a un 47% en el 2030. A ello se suma, según los autores, que gran parte de este carbón sería importado, lo que generaría un cuadro tan riesgoso como lo ocurrido con las importaciones de gas natural desde Argentina en la década del 90 “con sus conocidas consecuencias”, se explica.

 

 

¿Chile sin carbón?

 

En un segundo escenario, se plantea que si Chile no instala nuevas plantas de carbón a partir de 2014, los costos del sistema solo subirían un 3% y las emisiones de dióxido de carbono se reducirían a la mitad en comparación con el escenario BAU.

 

Según la modelación, en ese caso el gas natural y las energías renovables no convencionales se dividirían uniformemente el espacio que deja la generación a carbón, en comparación con el escenario BAU, pero se requerirá un incremento adicional del 70% al 100% de capacidad de gas natural licuado (GNL) para el año 2030 en comparación con los planes de expansión existentes en los dos sistemas principales, SING y SIC.

 

“En el escenario sin carbón (SC) se impide la instalación de nuevas plantas a carbón, pero permitimos plantas de gas natural y de ciclo combinado para cubrir picos de demanda.Demostramos que la ausencia de este hidrocarburo en la red chilena no causa estragos en el sistema energético”, se concluye. Si no se instalan nuevas centrales a carbón se requeriría aumentar la capacidad de regasificación de 10 a 15 millones de metros cúbicos día en Quintero y de 5,5 a 8 millones de m3 en Mejillones.

 

Esto, considerando que estas capacidades no son solo para la producción de electricidad, sino también para el uso de gas residencial, comercial e industrial. Una tercera conclusión se relaciona con la penetración de las energías renovables en la matriz eléctrica nacional.

 

Al respecto se establece que Chile puede instalar hasta 25 veces su capacidad renovable intermitente que existía en el sistema en 2013, siempre y cuando se vea acompañada de la flexibilidad que proveerían las plantas de gas natural, lo que se traduciría en una proporción de 7:1 entre los recursos intermitentes (eólicos y solares) y la capacidad de “respaldo” o flexible.

 

La intermitencia de las centrales eólicas o solares se supliría con despachos horarios de energía hidroeléctrica, lo que permitiría mantener la confiabilidad del sistema. Sin embargo, este crecimiento de la participación ERNC depende en alto grado de que la expansión de la red de transmisión no se vea obstaculizada.

 

Ello triplicaría los costos de integración al sistema, creando a su vez una transferencia de riqueza hacia los generadores convencionales, “particularmente aquellos basados en combustibles fósiles, que compensan la falta de expansión de la transmisión con una implementación más extensa y mayores costos operativos y de combustible”, se agrega en el texto.

 

Además, el trabajo dedica un capítulo especial a la geotermia, recurso sobre el cual se dice que es el recurso más rentable y que una implementación temprana de esta energía permitiría ahorrar hasta US$11 mil millones en 20 años. Sobre la energía eólica, el estudio agrega que debiera convertirse en la mayor fuente de ERNC en Chile a 2030, con entre 7 y 8,5 GW instalados. La energía solar, en tanto, podría llegar a entre 1.700 y 3.600 MW instalados a 2030, lo que dependerá de las variaciones en los costos y el financiamiento.

 

 

Carlos Finat, Director ejecutivo de Acera

 

1 ¿Cuál es la principal conclusión del estudio?

 

—La principal conclusión es que un desarrollo del sistema eléctrico con muy alta participación de ERNC es técnicamente factible y eficiente económicamente.

 

2 ¿Cuál es el costo de aumentar la participación del gas en la matriz?

 

—El escenario que se analizó fue forzar un desarrollo sin carbón. En ese caso el costo total aumenta tan solo un 3% y el espacio que deja el carbón es ocupado en partes iguales por ERNC y gas natural.

 

3 ¿Qué cambio normativo se requeriría para aumentar la participación de las ERNC?

 

—Por ejemplo, cambios a la ley de licitaciones que son necesarios para remover la discriminación que hoy afecta a las ERNC.

 

 

Conclusiones

 

  • 3% aumentarían los costos del sistema eléctrico si se deja de construir centrales a carbón en el país.
  • US$11 mil Mmllones. Sería el ahorro en el sistema eléctrico si se incorpora geotermia en forma masiva.
  • 47% De la energía eléctrica que requeriría el país sería producida con carbón al 2031 si es que se mantiene el actual modelo de expansión del sistema eléctrico nacional.
  • ¿Qué ha pasado? Un estudio elaborado por investigadores de la U. de Barkeley y el NRDC de Estados Unidos plantea que si Chile mantiene su modelo actual de crecimiento del sistema eléctrico, el país se convertirá en el más contaminante de América Latina medido en emisiones por habitante.
  • ¿Por qué ha pasado? En ese escenario, Chile generaría el 47% de sus requerimientos energéticos en base al carbón.
  • ¿Cuál es la alternativa? Si Chile deja de construir centrales a carbón, el efecto en costos para el sistema eléctrico será de sólo 3%. Sin embargo, ello requeriría ampliar la presencia del gas natural.
  • El gobierno apunta a que el 45% de la capacidad de generación que se instale entre 2014 y 2025 provenga de Energías Renovables No Convencionales.

 

Fuente: Pulso

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