Este 2017, sin dudas ha sido un año lluvioso para la región de Coquimbo. En este sentido, uno de los beneficios que ha generado la importante cantidad de agua caída, es el considerable aumento del agua embalsada en la zona.
Desde la Dirección General de Aguas se informó que tras las últimas lluvias registradas en la región, los 8 embalses existentes en la zona se encuentran en su conjunto a un 78% de su capacidad máxima.
De esta forma y tras una década de sequía, en casi un 10% aumentó el nivel de embalsado de las principales estructuras hídricas de la región desde el último frente de lluvias que afectó a Coquimbo en mayo y que ha continuado durante junio.
Lo bueno de este panorama, es que se espera que con las próximas precipitaciones, sumados a los deshielos de la temporada estival, varios de los embalses de la zona podrían llegar al 100% de su capacidad, lo que aseguraría agua para al menos tres temporadas, si se realiza un buen uso del recurso hídrico.