La subdirectora de Acuicultura de Sernapesca, Alicia Gallardo, valoró el fallo de la Corte de Apelaciones de Santiago, el cual instruye a esta entidad publicar la información de uso de antibióticos y otros antimicrobianos en la industria salmonera, desagregados por cada empresa.
Gallardo expresó que «consideramos que es un fallo en la dirección correcta, en el sentido de entregar no solo a la parte interesada —la ONG ambientalista Oceana— sino a toda la ciudadanía, la información disponible respecto de la operación de la industria salmonera en nuestro país».
La subdirectora recordó que anualmente esta información se publica en el Informe de Uso de Antimicrobianos en la Salmonicultura, en el cual se entregan los volúmenes totales de uso de estos productos por cada agrupación de concesiones (barrios). Con este fallo, la Corte instruye que la misma información debe ahora ser entregada desagregadamente por empresa y centro de cultivo, lo que había sido resistido por las propias compañías involucradas.
Al respecto, desde Sernapesca explicaron que los artículos 20 y 21 de la Ley de Transparencia señalan que cuando la información requerida puede afectar los derechos de terceros (en este caso, información productiva y comercial de cada empresa), el Servicio está obligado a consultar a las empresas involucradas antes de entregar la información, las que en este caso decidieron oponerse al requerimiento de la ONG.
«Con este nuevo fallo, creemos que se fortalece la transparencia y el legítimo interés público por conocer el actuar de esta industria, y si bien entendemos que las empresas tienen aún instancias de apelación, hacemos un llamado al sector productivo a que acate este fallo y permita la entrega de la información solicitada, en aras de la transparencia con la que debe operar tanto esta como cualquier actividad productiva de nuestro país».
Finalmente, la subdirectora de Acuicultura rescató lo señalado en el fallo en términos que se trata «de empresas que producen peces para el consumo humano, respecto de las cuales no sólo es necesario el control aludido, en este caso del Sernapesca, sino que además, y muy válido e importante, el control social, de suerte tal que los ciudadanos puedan conocer la forma como se han producido las especies que adquieren y consumen.»
