El Desierto de Atacama, reconocido como el más árido del planeta, podría no haber sido siempre un paisaje seco y desolado. Evidencias científicas sugieren que hace miles de años fue un territorio verde, húmedo y lleno de vida. Con el objetivo de reconstruir ese pasado climático y comprender los procesos que moldearon su transformación, un grupo internacional de investigadores emprendió la expedición científica SO315 “Coupled land-ocean processes as agents of paleoclimatic variability in the Atacama Desert of northern Chile (SE Pacific) – CARNIVAL”, liderada por la Universidad de Colonia (Alemania) a través del Dr. Patric Gruner.
Entre los científicos a bordo del moderno buque de investigación R/V Sonne se encuentra el Dr. Sergio Contreras, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), quien representa a Chile en esta misión científica de alto nivel. “La expedición busca explorar la interacción entre el continente y el océano en el clima del Desierto de Atacama y el Pacífico sudeste hace miles de años. Sabemos que este desierto no siempre fue hiperárido, y queremos entender cómo los procesos marinos y terrestres modulaban la variabilidad climática en esa zona”, explica el investigador.
Su participación tiene una conexión directa con las líneas de investigación que impulsa en la UCSC y con el trabajo del Centro de Investigación en Biodiversidad y Ambientes Sustentables (CIBAS). “Mi labor consiste en medir nutrientes y recolectar material particulado en el agua de mar para identificar indicadores de aporte terrígeno en la costa norte de Chile. Estudiar el clima en el pasado nos ayuda a proyectar los cambios futuros vinculados al cambio climático, una de las grandes preocupaciones del CIBAS y de nuestro Doctorado en Ciencias, mención Biodiversidad y Biorecursos”, detalla el académico.
El Sonne, considerado uno de los buques oceanográficos más avanzados del mundo, reúne a un equipo multidisciplinario de expertos en oceanografía, geología y climatología. La UCSC patrocinó oficialmente el muestreo de agua, fortaleciendo la colaboración científica internacional y reafirmando su rol en proyectos de investigación de frontera.
Para el Dr. Contreras, la participación en esta misión representa un paso significativo tanto para la ciencia chilena como para la Universidad.
“Es una investigación de punta que busca extender el registro del clima del Atacama a miles de años atrás, con la idea de aprender del pasado para enfrentar el futuro. Este crucero complementa la visibilidad internacional que ha alcanzado nuestra universidad y demuestra que contamos con la capacidad académica y de gestión para vincularnos en proyectos de alto nivel global”, afirma.
La travesía científica del Sonne se enmarca en un esfuerzo internacional por comprender los procesos que conectan tierra y océano en un planeta en cambio. Desde las profundidades del Pacífico hasta las arenas del Atacama, el trabajo del Dr. Contreras y su equipo busca revelar cómo la historia climática del norte de Chile puede ofrecer claves esenciales para entender el futuro ambiental del planeta.