Por: Andrés León, Organización Dunas de Ritoque
Valoramos que Codelco reconozca sus pasivos ambientales en la zona de Puchuncaví y quiera tratar de recuperar el humedal de Campiche, el cual está lleno de escoria con un alto contenido de arsénico y otros metales pesados; sin embargo creemos que una empresa estatal responsable no puede eludir las normas ambientales y colocar en riesgo la población de la zona.
El proyecto de uso de escorias como áridos en caminos moverá 2 millones de toneladas de material, que llega a sobrepasar en 75 veces la norma de arsénico de Canadá (país minero) según un reciente estudio de la Superintendencia del Medio Ambiente (ver documento) y con un proceso sancionatorio pendiente, no puede eludir el ingreso al Sistema de Evaluación Ambiental. El polvo generado en su movimiento, la biodisponibilidad de los metales pesados al ser procesados, etc. puede poner en riesgo el medio ambiente si no se tomas las medidas adecuadas (agua, agricultura, etc).
Adicionalmente, este 31 de julio vence el plazo que la Municipalidad dio a esta empresa (3 años) para regularizar su informe sanitario desfavorable; actualmente Codelco Ventanas opera sin recepciones municipales y todas sus edificaciones están con permisos provisorios, situación que es inentendible.
La comunidad de Quintero y Puchuncaví está cansada de que Codelco Ventanas eluda el ingreso al Sistema de Evaluación Ambiental con distintos resquicios.
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