Coihaique presentó tres meses de episodios críticos de contaminación atmosférica

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Coihaique, capital de la Región de Aisén, se convirtió en la urbe que presentó los mayores índices de contaminación por material particulado fino (MP 2,5) en el país, en lo que va de este año. Según el balance del Ministerio del Medio Ambiente, durante 2015 se han registrado 89 días en que la calidad de aire se tornó crítica en esa comuna.

De esta manera, los habitantes de Coihaique respiraron por casi tres meses un nivel de alerta, preemergencia o emergencia ambiental en esa cuenca. El panorama muestra que la mayor parte de las urbes ha mostrado una baja de los días de alta polución, pero que existe un repunte en otras.

“Yo diría que hay un creciente daño a la salud, pero las personas no están conscientes de la situación en que viven. Además, vemos que la autoridad sanitaria parece bajarle el perfil a que hay un impacto en la calidad de vida de las personas por el humo contaminante”, dice Peter Hartmann, vocero de la organización local Aysén Reserva de Vida.

El gobernador de Coihaique, Cristián López Montecinos, indica que “se han producido menos episodios que el año pasado (en 2014 hubo 140), pero no podemos decir que estamos bien en esta materia”. Añade que se están implementando medidas con un plan de recambio de calefactores a leña -que contemplan 2.000 equipos de mejor tecnología-, el que comenzará a aplicarse en octubre próximo. Para mejorar las condiciones también se espera construir un centro para secar ese tipo de combustible, el principal responsable de los niveles de material particulado.

El subsecretario de Medio Ambiente, Marcelo Mena, señala que esa ciudad presentó un descenso de episodios de un 25% y que las jornadas de “emergencia” ambiental disminuyeron en un 50% respecto al año pasado.

Añadió que están en proceso de elaboración de dos planes para la zona: el de descontaminación por material particulado grueso MP 10 y, además, se están recopilando los antecedentes para que se formalice un plan con medidas por la polución más fina.

Valdivia

Una de las ciudades que más llama la atención por registrar un “salto” en cuanto a los episodios críticos de esmog fue Valdivia: en 2014, tuvo 47, mientras que este año se han presentado 72 jornadas de altas concentraciones de esmog.

Esto ha dado paso a que organizaciones locales informen por las redes sociales sobre los índices de calidad de aire a la comunidad. Esteban Hernández, vocero de la Fundación Respira.me, afirma que “casi tan grave y peligroso como el aire que respiramos es la poca consciencia existente en las autoridades y en los propios vecinos sobre el problema que se presenta en la ciudad”. En la comuna, el gobierno está elaborando un anteproyecto de plan de descontaminación, que está en fase de estudios.

Aunque el subsecretario Mena plantea que se indagará por qué hubo un aumento tan brusco del MP 2,5 en esa zona, los vecinos dicen tener claro que el uso de biomasa genera las emisiones nocivas. “Debe haber implementación de tecnología para la combustión de leña o, derechamente, se debe pensar en cambiar la matriz energética”, agrega Hernández.

En Santiago, también hubo un aumento de la polución. El investigador del Departamento de Física de la U. de Santiago Patricio Pérez explica que si se compara con 2014, este año creció la carga de contaminantes en un 16% en la cuenca. Así, se pasó de un promedio de 41,4 microgramos por metro cúbico, entre abril y agosto del año pasado, a 47,8 puntos en lo que va de 2015.

“Se estima que la leña fue una de las grandes fuentes de emisión para la capital. Esto lo vemos en el aumento fuerte de contaminación en sectores como Talagante, cuya estación mostró un alza de la polución en un 60%”, dijo Pérez. Esto llevaría, dice el académico, a que parte de ese esmog se traslade a la capital. En Santiago está en elaboración el programa con medidas para descontaminar, el que comenzaría a regir en 2016 e incluirá la prohibición total de uso de biomasa y restricción a dos dígitos a vehículos catalíticos de forma permanente. Pérez sostuvo que ese tipo de programas “debe ir aparejado a una fiscalización. De lo contrario, no tiene sentido”.

En Temuco, el plan antiesmog está en la Contraloría a la espera de toma de razón.

 

Fuente: La Tercera

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